
V de Viernes
Aprender del "Blackout"
No hay que depender al cien por cien de la electricidad ni suprimir el dinero de papel ni guardar todos nuestros archivos sólo en la nube
Cuatro días después, aún persisten incógnitas sobre el apagón de lunes. Una de las causas posibles, pese a que no se quiere reconocer, es que se produjo un desequilibrio entre lo que los expertos denominan generación que contribuye a estabilizar el sistema, denominada síncrona, y la que no contribuye a estabilizarlo, la asíncrona, denominada así porque no tiene inercia. Esta última es la renovable, o sea, la solar y la eólica. La primera, la síncrona, está constituida por la nuclear, la hidráulica y los ciclos combinados de gas. Si se produjo un desequilibrio entre ambas, entre la generación que contribuye a estabilizar y la que no contribuye, dando un peso excesivo y superior a la fotovoltaica por razones de sobreproducción sobre la nuclear, la hidráulica y el gas, entonces se genera un desequilibrio y, como consecuencia, una sobretensión que daña el sistema hasta incluso llevarlo a cero. En España hubo 4 episodios cercanos al apagón en 2024 y dos en 2023. Se debería haber tomado nota para preparar al país ante un escenario que, como hemos visto, no es ciencia ficción. No se hizo y la nación vivió escenas de caos durante largas e interminables horas. Pero deberíamos extraer algunas lecciones de lo ocurrido.
La primera, que hay que analizar cómo integrar las renovables en el sistema, y hacerlo con criterios técnicos, no políticos. La sobretensión de la red hay que evitarla a toda costa.
En segundo lugar, la hiperdependencia eléctrica. Depender al cien por cien de la electricidad puede llevarnos a una situación de caos absoluto si se cae la red, bien por causas naturales, ciberataques, sobretensión de la red o cualquier otro motivo. Hay que diversificar y no suprimir del todo ni el gas ni despreciar la función de los combustibles sintéticos renovables.
En tercer lugar, el denominado autoconsumo. Tal y como está planteado en España, no existe en realidad, es falso, o al menos no es completamente autónomo porque se nos obliga a conectar a la Red los paneles domésticos, y eso impide que en caso de apagón las viviendas con energía fotovoltaica propia, incluso si tienen baterías, dispongan de la energía que producen. El autoconsumo está capado por la red, y eso no es lógico. Los hogares con paneles han de tener autonomía.
Punto cuarto. Los archivos en la nube, y sólo en la nube, son una trampa. Si el apagón es digital, de internet, no podemos acceder a la nube y, por tanto, nos quedamos sin bancos de datos y sin archivos. Mantener, por seguridad, archivos de papel debería ser obligatorio.
Y por último, el dinero en efectivo no puede desaparecer. Si se cae internet, se cae el dinero digital y nos vemos incapacitados para comprar o movernos. Nos estamos convirtiendo en rehenes de la tecnología y no hay que ser rehenes de nada. La libertad del individuo, por encima de todo.
✕
Accede a tu cuenta para comentar