A pesar del...
Avances Warren
España avanza, claro que sí, pero sistemáticamente a pesar de sus dirigentes. No me dirá que no tiene gracia la cosa
Warren Sánchez, el hombre que tiene todas las respuestas, suele concitar toda la ira del respetable allí donde va. Lamento, empero, que aún no seamos una aplastante mayoría quienes le reímos las gracias, porque es un hombre realmente divertido.
Consideremos, por ejemplo, la manía que tienen Warren y su banda de considerar cualquier cosa que hagan como un «avance». Es ridículo calificar de tal cosa al paro, la corrupción o los impuestos con que su gobierno ha castigado a millones de trabajadores, y por eso podría hacer reír a quienes contemplamos desde la barrera sus deplorables faenas, junto con el imperturbable afán de autodenominarse «progresistas», sin motivo alguno.
Recuerdo esta joya tuiteada por Warren tras el Comité Federal en septiembre: «Hoy España cuenta con un Gobierno limpio que nació hace seis años para que España avanzara. Los datos son indiscutibles. A España le sienta bien que gobernemos los socialistas.Y si el precio que debemos pagar es la difamación y la intimidación, apretamos los dientes y tiramos hacia adelante. Porque merece la pena». No le falta nada, desde el narcisismo hasta el victimismo, pasando por la arrogancia y el engaño.
El Comité, por supuesto, tenía como lema: «España avanza». Y así lo cree Warren: «Vamos a avanzar con determinación en esa agenda con o sin el concurso del Poder Legislativo». Le faltó añadir: y controlando el Poder Judicial. Dirá usted: qué cosa más siniestra. Pues, sí, pero también entretenida, porque el propio líder titubeó, como si hubiera percibido que se había excedido en su flirteo totalitario. Porque a veces comete errores, como el descaro con el que asaltó RTVE y se apresuró a ratificarlo en el Congreso de los Diputados, sin distraerse por la tragedia en Valencia.
Por fin, si quiere usted ya soltar la carcajada, amplíe el foco para apreciar las diferencias entre Warren y las huestes de Albertinho Feijoada, el líder carioca del Partido Popular. Note lo difícil que le resultará recordar cuándo el PP propuso bajar el gasto público, en cualquier administración, y, por supuesto, en Europa. No lo recuerda, ¿verdad? En cambio, seguro que recuerda numerosas propuestas intervencionistas de la derecha.
En suma, España avanza, claro que sí, pero sistemáticamente a pesar de sus dirigentes. No me dirá que no tiene gracia la cosa. Y hablando de gracias, démoslas al pueblo español y a Dios. Feliz Navidad.