Historias del mundo

Barbie buscadora

«Una muñeca nos recuerda que en México hay más de 100.000 personas que continúan desaparecidas»

Delia Quiroa, activista incansable, ha creado todo un símbolo para una de las mayores tragedias que sufre México. Hermana de Roberto, una de las más de 100.000 personas desaparecidas en ese país centroamericano, Delia ha confeccionado una «Barbie buscadora». Un modo de recordar al mundo la realidad que viven decenas de miles de familiares que no saben qué ocurrió con sus seres queridos, pero que nunca dejan de intentar hallarlos.

«Una semana antes del estreno de la película, veía en la tele todo sobre la fiebre rosa... Un día entré en el cuarto de mi hija y vi una «Barbie» abandonada y se me vino a la mente vestirla de buscadora», me cuenta Delia, portavoz del Colectivo Nacional de Víctimas 10 de marzo en Tamaulipas, una ONG especializada en búsqueda y localización de secuestrados y desaparecidos.

Para preparar el atuendo, Delia sacó tijeras, hilo y una máquina de coser, también unos pantalones tipo camuflaje que ya no le valían, una camiseta blanca gastada, una pashmina negra que coloca sobre su gorra para protegerse del fuerte sol, así como unos manguitos para prevenir quemaduras. Pues muchas veces, las batidas son en pleno desierto. A la camiseta le cosió en el centro un pequeño retrato de su hermano bajo las letras de «Desaparecido».

«Todo confeccionado con la ropa que yo llevo a las búsquedas», explica.

Su campaña ha tenido mucha repercusión. Ya han elaborado decenas de «Barbies buscadoras» con las mismas telas y con muñecas de segunda mano. Las utilizan para recaudar fondos para su enorme causa y ante la inacción del Gobierno mexicano. Les gustaría que Mattel, el fabricante de Barbie, se hiciera eco de este modelo tan icónico. «Ahora tenemos una situación aquí, estuvimos buscando a dos muchachos de la Marina. Finalmente los ejecutaron. Pero cuando regrese a la Ciudad de México iré a Mattel», augura Delia. Y es que cualquier ayuda que dé relevancia a su injusta situación es bienvenida.

Delia lleva desde 2014 buscando a su hermano tenazmente. Y seguirá haciéndolo, al igual que tantas otras madres y hermanas de desaparecidos en México. Ahora cuentan también con una muñeca que les respalde en su perenne búsqueda. «Las fuerzas salen de la voluntad, de querer saber qué pasó, conocer si están vivos o no».