«De Bellum luce»

Los cinco «Judas» de Iglesias

Ojo, a ver si, como se descuide Pedro, él es el siguiente que Yolanda coloca en la nómina de «muertos». Quienes la conocen bien no lo dudan: «Así lo hará en cuanto no le sirva»

La vicepresidenta Yolanda va tan de «flamenca» por la vida que hoy ya ha hecho suyos a los cinco diputados que tiene Podemos en el conglomerado de Sumar. Con lo que llegó a ser Pablo Iglesias, hoy en Sumar le consideran tan cero a la izquierda que hasta no le reconocen ya ninguna capacidad de influencia sobre los cinco peones que le quedan, en teoría, en el Congreso de los Diputados.

Yolanda se siente dueña hasta de Lilith Verstrynge, otro de los descubrimientos políticos de Pablo que supuestamente le han dado de lado para pasarse a las líneas enemigas, si es cierto lo que cuentan en el entorno de Yolanda. Ahí se sienten tan empoderados que a los cinco de Iglesias, los cinco ex, según los que mandan en Sumar, no les reconocen voz, y voto sí, pero el que decida Yolanda. Después del triunfo siempre viene el olvido, como recordaba el maestro Saramago en El viaje de un elefante, y esto es lo que le toca a Iglesias si, como dicen los de Yolanda, es un «muerto que está ya enterrado».

Por eso afirman que no temen que ninguno de los cinco se vayan a saltar la disciplina de voto, sino que, si hay posibilidad, porque así lo quiere Puigdemont, entronizarán de nuevo a Yolanda, junto a Pedro, solo a cambio de mantener un sueldo como diputados y la expectativa de creer en el milagro de que todavía pueden ser aceptados en la nueva casa de la izquierda sin el estigma de tener como «padre» a Iglesias.

Al fundador de Podemos sólo le quedan estos cinco peones que Yolanda ya ha hecho suyos. Y para lo que ha llegado a ser, ahora a sus enemigos ni se les pasa por la cabeza la posibilidad de que pueda estar tramando algo para revivir o, aunque sea, para morir matando. Así de dura es la política…. Sólo faltaba que después de que Moncloa esté poniendo todos sus huevos en la cesta de Puigdemont, ahora viniese alguno de estos cinco desahuciados por Yolanda para reivindicar lo suyo o lo de Pablo. Para la izquierda que manda, Pablo no se merece más que el olvido, después de que ya han renegado de él hasta sus bases. La conquista del cielo le toca hacerla a Yolanda, y sólo «por mérito propio», como se encarga de recordar su guardia pretoriana. Ojo, a ver si, como se descuide Pedro, él es el siguiente que Yolanda coloca en la nómina de «muertos». Quienes la conocen bien no lo dudan: «Así lo hará en cuanto no le sirva».