La batalla es de todos

Ya son casi 100 los indicios que contra Bildu y Amaiur se pueden utilizar para ilegalizar a las dos coaliciones de partidos políticos que son claros sucesores de Batasuna. 100 son las pruebas que demuestran que el poder institucional de ETA lo representan Bildu y Amaiur. Ayer mismo, Laura Mintegi, máxima representante política de la Izquierda Abertzale en el Parlamento autonómico por EH Bildu, dejó claro que su predilección por ETA y sus militantes superaba a su interés por cualquier viuda o huérfano generados con dolor por la organización terrorista. Su atroz frialdad y desprecio a las víctimas del terrorismo se manifestaba en unas declaraciones cariñosas con los terroristas detenidos de la maltrechada cúpula etarra. Mintegi enseñaba sus colmillos de loba hambrienta antes de atacar a su presa: el Estado de Derecho. La Fiscalía General tiene que actuar ya contra Bildu y Amaiur. No vale la excusa de que Bildu y Amaiur son coalición para no iniciar acciones contra ellos, porque hay que recordar que Herri Batasuna también era coalición de partidos y fue ilegalizado en 2003. Mientras, la Guardia Civil, sin atender razones políticas de nadie, hacía lo que mejor sabe hacer: destruir a ETA deteniendo a los responsables de su aparato militar, por supuesto, con la colaboración de la Policía Francesa. Mientras, Bildu se sorprende de la actitud del Gobierno porque dice haber roto con la «declaración de Aiete», aquella farsa en la que participaron figuras internacionales como Koffi Annan a las que el dinero les venía muy bien en ese momento, aunque tuvieran que actuar como los payasos circenses. Lo que no recuerda Bildu es que la conferencia de «Aiete», permitida y no sabemos si financiada por el Gobierno Zapatero, fue acordada con el PSOE, el partido del negocio con ETA, pero no con el PP que, de momento, salvo alguna «bolinagada», lo tiene claro: a ETA, detención, juicio y cárcel, tal y como establece la Ley.