César Lumbreras

La casa de los líos

La Razón
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La primera quincena de los nuevos ayuntamientos ha puesto de manifiesto que el de Madrid bien podría denominarse «la casa de los líos». Los tuits lanzados en su día por Zapata (Viva) provocaron una gran ebullición, que se intensificó por la participación de Rita Maestre en el asalto a la capilla univiversitaria. Importante diferencia entre ambos casos: en el primero los de Podemos se pusieron de perfil, mientras que en el segundo el mensaje de Pablo Iglesias a Carmena fue contundente: «A Rita, ni tocar», según contaba el domingo pasado aquí en LA RAZON, Ramón Tijero, que conoce muy bien los entresijos del aparato podemita. A todos aquellos que hayan despreciado hasta ahora a la formación encabezada por Pablo Iglesias, será bueno recordar que una parte de los dirigentes son inteligentes y listos, cualidades difíciles de encontrar juntas. Eso los hace enemigos o adversarios temibles. Además, dentro de su caos, son los más organizados y se lo van a demostrar a Carmena una día sí y otro también. Cuando critican a la alcaldesa suelen decir una frase contundente: ¡«pero qué vamos a esperar de una jueza»! Si la regidora tuviese una pájara y abandonase, hay una pareja, en el más amplio sentido, llamada a hacerse con el poder: Ignacio Murgui, segundo teniente de alcalde, y Rita Maestre, la chica de Podemos en Cibeles. Pero los líos no son exclusivos del Ayuntamiento de Madrid. Muy cerca, a 110 kilómetros, el PP también ha vivido el suyo a la hora de elegir al presidente de la Diputación de Ávila. El candidato oficial fue derrotado por otro que apareció de pronto y dejó a los patas negras, el jefe Antolín Sanz y el emergente Pablo Casado, boquiabiertos. ¡Cosas veredes, amigo Sancho!