Julián Redondo

La casa por la ventana

Poco a poco los equipos de la Liga regresan de las vacaciones y se desperezan. La feria ha empezado; la actividad en el mercado, frenética; el cambio, compro, vendo, en plena ebullición. Unos hacen lo que pueden y otros, lo que quieren. Siempre habrá ricos y pobres. Manda la tesorería y es en este capítulo donde el Atlético de Madrid sorprende. Ha invertido 50 millones en Oblak (16), Moyá (2), Mandzukic (22) y Siqueira (10). Confía en atraer a Gaitán (25 millones) y a Iturbe (28); y no pierde el rastro de Cerci (20) y Cazorla (30). Ha recibido 19 –la mitad de los 38 de cláusula– por Diego Costa y 11 por Adrián. Confía en que el Chelsea pague 24 por Filipe Luis, que sumarían 54. Balanza equilibrada. Los otros 50 millones largos previstos para completar la plantilla proceden de las ganancias en Liga de Campeones. Algo más de cien en inversiones y casi otros tantos en ingresos. Más los correspondientes aumentos salariales. No se va a dormir el Atlético en los laureles, lo cual es una magnífica noticia para sus seguidores, que veían al equipo campeón de Liga desmantelado.

No es ninguna sorpresa que el Madrid, que no se precipita en las venidas ni en las idas, y el Barça de Josep Maria Bartomeu, que ha mutado a más cartera y menos cantera, salten la banca. El primero se gastará cerca de 100 millones en Kroos (25-30) y en James (70). Compensará el desembolso con las ventas de Morata (22), Di María (50) o Khedira (25) y Casemiro, que entraría en la operación del colombiano. Los azulgrana han contratado a Luis Suárez (81), Rakitic (20), Ter Stegen (12) y Bravo (12). Total, 125 millones. Han vendido por 80 a Cesc (36), Alexis (42) y Dos Santos (2). El traspaso de Tello al Oporto, con opción de recompra, y otras salidas aliviarán el coste de la renovación, con la defensa por apuntalar. Millones de euros. Dan sudores y no es por el verano.