Julián Redondo

Las primas

Cuando hace cuatro años se hicieron públicas las primas de la Selección por ganar el Mundial de Suráfrica, la demagogia incendió Troya. Muchos políticos criticaron lo que consideraban un inaceptable e indecente dispendio desde el desconocimiento y otros porque el populismo en tiempos de crisis suma votos. El segundo capítulo empieza en Brasil. En 2010, los campeones recibieron 600.000 euros por cabeza. En 2014, el premio asciende a 720.000. Como entonces, las mejores primas son las de «La Roja», y como ayer, también hoy están aseguradas. Si España repite la gesta, percibirá 25,6 millones de la FIFA; aún le sobraría casi la mitad para hacer frente a ese gasto que, dicho está, pagará una compañía aseguradora. Otros detalles dignos de consideración para que a los ciudadanos no se nos quede cara de primos: la Federación hace dos años que renunció a la subvención del CSD –genera sus propios recursos y no percibe dinero público–; aunque todas las comparaciones son odiosas, el premio por ganar Roland Garros asciende a 1.650.000 euros; en 2010, un estudio del banco ING reveló que cada español estaría dispuesto a pagar 100 euros si la Selección ganaba el Mundial –«La Roja» triunfó y no tuvimos que rascarnos el bolsillo–; hay futbolistas millonarios que colaboran en obras sociales.