Fernando Rayón

Rajoy no quiere líos

La Razón
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La recepción en el Palacio Real siempre da titulares, pero son mucho mejores las conversaciones con políticos y empresarios. Sobre todo en vísperas de elecciones. La gente quería hablar, y ayer se notó. O por lo menos, a mí me lo pareció.

Los que más contaban –los corros más numerosos– eran Pedro Sánchez y Albert Rivera. Ambos pidieron una Fiesta más participativa. Como si el problema de la Fiesta Nacional fuera de la gente y no de los políticos que se empeñan en ningunearla. Quizá les faltó a ambos bajarse del coche oficial y ver los miles de personas que, frente a la fachada principal, esperaban la salida de Don Felipe y Doña Letizia. Eso era participar.

Otro corro interesante –Rajoy se fue el primero porque cogía un avión a Nueva York– fue el de Alberto Núñez Feijóo que, acompañado de Ana Pastor, negaba ser número uno por Coruña a las elecciones generales. «Aquí tenéis a la número uno por Pontevedra» –dijo señalando a la ministra de Fomento– y negó que estuvieran decididos el resto de los candidatos regionales. Hay quien dice que el presidente de la Xunta no puede quedar fuera de las próximas Cortes. Veremos lo que ocurre. Algo más numeroso era el grupo de vascos que, en una esquina del comedor de gala, se repartían abrazos y sonrisas. Para abrazo el que se dieron Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol, y Alfonso Alonso, ministro de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. La sintonía del que sustituyera a Xabier Arzalluz como máximo dirigente del Partido Nacionalista Vasco parece total. No es mala cosa, dados los tiempos que corren. Cerca sonreía a todos Ángeles Garmendia, la ministra menos socialista de los gobiernos de Zapatero. Pero el tema era el lío del PP en el País Vasco con su condena versus rechazo de la violencia. «Rajoy no quiere líos ahora», repitió hasta dos veces Alonso para justificar no hacer nada antes de las generales. Habrá que ver los resultados en el País Vasco, y lo que ocurre después. Como en el PP de Madrid, a los que una elegante Cristina Cifuentes –muy cerca de Albert Rivera– tampoco quería referirse. Sí aludió a Ciudadanos el presidente de la Xunta para decir que eran muy buenos escaparatistas. Que se vendían muy bien, pero que la gente no compraba su ropa. Quizá. También lo veremos pronto.