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Rosetta Forner

Razón de amor

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En los últimos años han salido al mercado obras literarias según las cuales, cierta realidad era muy diferente a como la hemos conocido, pues Jesús se casó con María de Magdala, y tuvieron descendencia. Como católica, esto en lugar de escandalizarme, me acerca aún más a la figura de ese Ser extraordinario más allá de cualquier palabra. Los sacerdotes cristianos se casan, ¿por qué no? Más allá de si uno opta por casarse o por permanecer soltero, está la vocación, en este caso espiritual, que le lleva a elegir el «servir a Dios». Hay quien se «casa» con su vocación y decide dedicarse a aquello que le llena el alma, ya sea ser médico, cooperante, religioso, escritor, maestro o músico. En la Biblia no se menciona que los sacerdotes no deban casarse. Bien es cierto que, en la Antigüedad, las castas sacerdotales tanto de hombres como de mujeres, en la mayoría de las culturas, optaban por el celibato como «peaje» necesario para la vida espiritual, puesto que combinar el estar en oración y recogimiento dedicado al «dios» que adoraban no era compatible con las obligaciones de una vida mundana ni con el cuidado de los hijos. Lo cual en nada tiene que ver con la espiritualidad, sino con la practicidad. De admitir el matrimonio para los sacerdotes (como sucede en la Iglesia anglicana, la presbiteriana...), la Iglesia católica no se estaría modernizando, sino volviendo a sus orígenes. Casados o solteros, lo importante es que tengan vocación de compromiso y de ser un ejemplo de la palabra de Dios. Unir el cielo y la tierra creo que es una manera simbólica de expresar que el auténtico amor comunica cuerpo y alma, y que la relación espiritual entre dos seres humanos es la verdadera unión de la que nos habló Jesús. De hecho, en una sociedad actual donde hay tanta «pyme emocional» (gente que se casa tan sólo para poder tener un coche o una casa más grande –o una casa simplemente–, pagar hipotecas varias...), abrir la puerta al matrimonio del alma humana basado en el servicio a Dios es predicar el matrimonio del amor.