Tactismo y estupidez

Parece que hay alguien que no se ha dado cuenta de que estamos en campaña electoral y quiere trasladar su confusión y la de su partido a unos pasmados ciudadanos –a los españoles, no al partido, que esos también están sin saber muy bien donde están– que siguen sin salir de su asombro. Antonio Hernando aseguró ayer que el PSPV-PSOE podría ir en una lista conjunta al Senado con Compromís, pero que ésta en ningún caso incluiría a Podemos.

El argumento radiofónico del portavoz del Comité Electoral socialista fue que, al ser ésta una formación estatal con la que discrepan por su defensa de los referéndum de autodeterminación, no podían acceder a ese pacto. Hasta ahí los argumentos. Más bien el pobre argumento.

Pero como ocurre con el PSOE desde Zapatero, los socialistas no ven «ningún problema» en la candidatura con Compromís al Senado, su socio de gobierno regional, pues piensan que, además de conseguir algún escaño más en la cámara alta esto no crea confusión a los ciudadanos. En definitiva: que da lo mismo votar a un partido que a otro. Ésa es la razón de la sangría del PSOE.

Pero lo peor de todo este pacto o negociación, o como quieran llamarlo, es que Ferraz ha pedido al presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, que reconsidere su postura de incluir en la coalición a Podemos. Es decir, que el PSOE ya no manda, sólo pide a sus barones regionales que reconsideren sus decisiones, aunque sean estúpidas. La cuestión es grave porque las alianzas con partidos de ámbito nacional dependen exclusivamente del Comité Federal, máximo órgano del partido, y no de las federaciones, o líderes locales regionales.