Bota de Oro

Ventajista

La Razón
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Si de algo no se debe acusar a este Barcelona es de inconsecuente. Sigue una línea de la que no se desvía un ápice: a las entregas de premios y homenajes a jugadores y técnico acuden por norma los directivos o los veteranos del club. Las razones esgrimidas para justificar un plantón tras otro suenan a hueco, como huecas y oportunistas son las opiniones de Piqué según la dirección del viento. No hubo ni un jugador azulgrana en la gala de LaLiga, celebrada en Valencia, y tampoco en la de la FIFA, organizada en Zúrich. La distancia no es el debate sino la inconsistencia de unas excusas tan viejas y manidas como el fútbol. Hace cinco años, Mourinho prefirió ver un entrenamiento de su hijo con el Canillas que acudir a los fastos suizos porque en el capítulo de mejor técnico del año se sabía derrotado. Cristiano Ronaldo le imitó porque estaba cantado que ganaría Messi. Así que en la fotografía del once de 2016 arrasó el Madrid, con Neuer y Alves (Juventus) estupefactos en la instantánea. Por medio del socorrido e injustificable vídeo, Iniesta disculpó su ausencia y la de sus compañeros Messi, Suárez y Piqué.

¡Ay Gerard! Cuando Mourinho se escudaba en los Ovrebo de turno para documentar las frustraciones del Madrid y los títulos del Barça, el central, que no calla ni debajo del agua, saltó: «Nosotros no hablamos de los árbitros. Sólo jugamos al fútbol». ¿Qué ha cambiado para que Piqué se afilie al partido de los desconsolados que lidera «Mou»? Pues que el Bar-ça gana menos títulos, pierde más partidos y no brilla por la excelencia. Como ya no juega ni arrasa como antaño, su próximo presidente entra en campaña y denuncia que les hacen trampas. Él lo llamaría ventajismo.