Los contrapesos en una democracia

Un tribunal de justicia independiente, conformado por jueces elegidos vitaliciamente, ha declarado la ilegalidad de una parte de los aranceles comerciales impuestos por la Casa Blanca a las principales economías del mundo, entre ellos, los que afectan a México, Canadá, China y la Unión Europea. La argumentación de la resolución judicial pone el acento en la extralimitación del Ejecutivo, que decretó las barreras arancelarias sin la debida autorización del Congreso, basándose de forma abusiva en una interpretación de la ley de emergencia de 1977. Por supuesto, detrás de la decisión del Tribunal de Comercio, que puede ser recurrida al Supremo, no hay supuestas conspiraciones, sólo la realidad, que parecíamos olvidar, de que en las democracias asentadas existen contrapesos institucionales con la suficiente fuerza para evitar derivas autoritarias, como las del presidente Donald Trump.