La situación

Una cuestión de incentivos

«¿Tendrá Esquerra algún incentivo para mantener su apoyo a Pedro Sánchez, a la vista del resultado que han tenido varios años de apoyo al líder del PSOE?»

Quienes están en el secreto de las reuniones de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE han filtrado que Pedro Sánchez celebró la victoria socialista en Cataluña como la demostración beatífica de que «el perdón tiene efecto sanador». Este acceso de vaticanismo monclovita trae causa del decaimiento independentista que, como efecto colateral, ha elevado las prestaciones electorales de Salvador Illa hasta situarlo un poco más cerca del Palau de la Generalitat, aunque ese camino más corto hacia el poder está salpicado de trabas. La principal: las cuentas de Illa son muy complicadas. Cuestión de incentivos.

Si se cumple el calendario previsto, antes de que termine el mes de mayo se habrá aprobado la amnistía. Conseguido ese objetivo y visto el resultado poco alentador que le han ofrecido las urnas, ¿tendrá Carles Puigdemont algún incentivo para mantener su apoyo a Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados? ¿Se irá Puigdemont de la política sin llevarse por delante a todo aquel que pueda? Si echamos la vista atrás, la única tarea política de Puigdemont ha sido la destrucción. Y el pasado suele marcar el camino hacia el futuro.

La otra pata dañada del independentismo es Esquerra Republicana de Catalunya. Uno de sus líderes, Oriol Junqueras, se pasó varios años en la cárcel, mientras Puigdemont disfrutaba de un palacete en Waterloo, habiendo cometido ambos los mismos delitos. Incluso desde prisión, Junqueras negoció o autorizó negociaciones y acuerdos con el PSOE gobernante, facilitando la estancia de Pedro Sánchez en el poder. A cambio, pudo ofrecer a su grey los indultos, la eliminación del delito de sedición y la rebaja de la malversación, entre otros beneficios. Como compensación electoral por ese alarde de pactismo con el gobierno español, el independentismo catalán ha restado a ERC trece escaños y, por tanto, la pérdida del poder, mientras que el prófugo ha sido premiado con tres escaños más –aunque no sean muchos– y con el liderazgo del mundo soberanista. ¿Tendrá Esquerra algún incentivo para mantener su apoyo a Pedro Sánchez, a la vista del resultado que han tenido varios años de apoyo al líder del PSOE? Cosas más raras se han visto.