Política

Cataluña

Rajoy, claro y convincente

La Razón
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Mariano Rajoy llegó a la Presidencia del Gobierno en diciembre de 2011 en un momento muy complicado para la economía española. Las expectativas no sólo auguraban el peor de los escenarios (se hablaba de rescate como la medida más probable), sino que el desánimo se estaba instalando en la ciudadanía. Pero, además, en medio de la crisis económica más profunda que ha sufrido España se ha planteado el desafío secesionista de Cataluña. Sin duda, éstos son los dos grandes problemas que están planteados en nuestro país. En este tiempo, Rajoy ha sido fiel a su manera de entender la política: moderación, claridad de ideas y perseverancia evitando la gestualidad histriónica. Ayer, en la entrevista que le hizo Gloria Lomana en Antena 3 dejó muy claro cuál es su plan para reconducir el proyecto secesionista de Artur Mas: seguir asumiendo, como se comprometió electoralmente, a mantener el crecimiento económico de Cataluña, pagando a los proveedores de la propia Generalitat, si llegara el caso, como así ha sido; trabajar para incrementar los lazos de cooperación, y, por último, haciendo cumplir la Ley y la Constitución. Fue especialmente rotundo al comprometerse a que mientras sea presidente del Gobierno «no habrá independencia de ningún territorio español». Ni habrá referéndum. Sobre la situación económica, evitó el optimismo vacío, pero la situación ha cambiado y los datos macroeconómicos (ahorro, incremento del IPC, prima de riesgo, crecimiento) apuntan a que hay signos claros de recuperación y nos sitúan en un escenario favorable para volver a crear empleo, que es lo que preocupa a la sociedad española y sobre lo que ha girado de manera especial la acción del Gobierno. En este sentido, por primera vez desde 2007, la tendencia en la creación de empleo se ha invertido. Las reformas del Gobierno cuentan, además, con el aval internacional de Obama, el FMI y la Comisión Europea. Anunció que bajará el IRPF este año y que entrará en vigor en 2015, que será la fecha de la consolidación del empleo y la de la bajada de impuestos. «A mitad de legislatura puedo decir que lo peor ya ha pasado», afirmó. Las medidas tomadas por el Gobierno han supuesto sacrificios, pero reconoció que el comportamiento de la sociedad española ha sido ejemplar. Si el estilo tranquilo de Rajoy ha sido puesto a prueba en esta legislatura, el final de ETA no ha alterado tampoco sus planes. En este terreno, no hay otro objetivo que perseguir a esta organización terrorista hasta que se disuelva, y no hay motivos, por lo tanto, para una reforma penitenciaria. Por último, hizo una defensa de las políticas puestas en marcha por su Gobierno, de manera especial la reforma educativa de Wert y la del aborto de Gallardón, con un criterio muy claro: siempre apoyará a los ministros que toman decisiones.