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Valencia
Una apuesta por España
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La apuesta de Renault por sus factorías en España al reforzar su participación en el plan industrial de la compañía es una magnífica noticia por diversas razones. En primer lugar, porque supone la inversión de cientos de millones de euros, la creación de 1.300 puestos de trabajo directos y la revitalización de la industria auxiliar, auténtico balón de oxígeno para la economía castellano-leonesa y, en menor medida, para la andaluza. En segundo lugar, la decisión del fabricante francés significa el espaldarazo definitivo a España, en plena crisis económica internacional, como segundo centro europeo de la industria automovilística. Cabe recordar que hace unos días la compañía Ford decidió cerrar su fábrica en Bélgica y trasladar su carga de trabajo a la de Almusafes (Valencia). Si a ello sumamos que los diferentes fabricantes han invertido ya en lo que va de año unos 2.000 millones de euros, se concluye que nuestro país se mantendrá en los puestos de cabeza de la automoción mundial y le garantiza una sostenibilidad que, sin duda alguna, sabrán apreciar los mercados financieros y los inversores. Hay que tener en cuenta que esta industria supone el 10% del PIB, que genera una recaudación fiscal de 24.000 millones de euros y que de ella dependen dos millones de familias. Los 25 millones de vehículos «made in Spain» fabricados en las 17 plantas circulan por 130 países, lo que nos sitúa en el noveno productor mundial. No cabe duda de que en la decisión de Renault, como en la de Ford y otras multinacionales, han pesado, y mucho, la experiencia industrial acumulada y el prestigio de sus productos. Pero hay factores añadidos que han resultado fundamentales. Nos referimos a las reformas estructurales emprendidas por Mariano Rajoy, entre ellas la reforma laboral, que ha introducido mayor flexibilidad y ha despejado los numerosos obstáculos que se interponían para la creación de empleo. Como señaló ayer el presidente del Gobierno, que asistió a la presentación del plan de Renault en la fábrica de Palencia, si no se hubiera cambiado la normativa laboral es muy probable que el acto de ayer no se hubiera celebrado. En este punto, también merece destacarse la colaboración de la parte sindical en este venturoso capítulo. El pragmatismo y buen criterio de sus dirigentes, bien distintos a los de sus líderes nacionales, han coadyuvado a la decisión tomada por los máximos ejecutivos del fabricante francés. Lo cual demuestra que cuando se trabaja en una misma dirección y se coopera para superar las dificultades, se alcanza el éxito. Por último, conviene subrayar que la imagen de la marca España sale fortalecida y supone un punto de inflexión en la nefasta tendencia de deslocalizaciones de fábricas que años atrás afectaron a algunas comunidades autónomas, sobre todo Cataluña.
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