Sin seguridad no hay libertad

No se puede jugar con la seguridad pública

El mantenimiento de la seguridad ciudadana es, sin duda, una de las principales funciones de los poderes públicos y a su consecución pueden, incluso, sacrificarse libertades fundamentales, como el libre tránsito de personas y bienes. De ahí que no pueda invocarse con ligereza y, mucho menos, para cubrir una actuación partidista ajena a los intereses generales, como la exhumación de Franco. Si su familia, llegado el caso, quiere enterrarlo en la Catedral de Almudena, está en su derecho y no afecta a la seguridad.