Sin Perdón
Los enemigos del PP
«La caída del sanchismo comportará que muchas cosas vean la luz y los afectados prefieren seguir en la penumbra»
Las acusaciones que pesan sobre el exministro Montoro son de una enorme gravedad. Al margen de que han dado munición para la ofensiva de la izquierda política y mediática, plantean, una vez más, el problema de los controles en el sector público y la urgente necesidad de regular la labor de los lobbies. Es sorprendente un secreto del sumario tan largo y seguro que es casualidad que la información se haya producido justo cuando más convenía a un Gobierno asfixiado por los escándalos de corrupción y coincidiendo con la irrupción de los negocios de la familia Gómez. En cualquier caso, lo importante es saber si existía una trama corrupta alrededor del entonces todopoderoso ministro de Hacienda y que hacía uso de una información privilegiada con la que comerciar con sus clientes. Es verdad, también, que los integrantes de ese despacho de asesoramiento eran inspectores de Hacienda que habían ocupado cargos muy importantes en la Administración y su formación nada tiene que ver con los lobistas que se enriquecen gracias a sus conexiones con el sanchismo. Hay una zona gris, demasiado amplia, en este terreno, porque la labor de esos despachos de asesoramiento, formados por juristas e inspectores de reconocido prestigio, se complementan con labores propias de lobistas.
Los primeros enemigos del PP son, precisamente, esos conseguidores y visitadores que hacen de su proximidad con el poder su único mérito para ganar muchos millones de euros con su papel como lobistas. Una legislación adecuada, bastaría simplemente con copiar el modelo de la Unión Europea, impediría cualquier problema o práctica ilícita. No tienen ningún interés en que se adelanten las elecciones. Y espero, además, que Feijóo regule ese mundo tan opaco. La todopoderosa prensa del movimiento, así como sindicatos, ONG y asociaciones de diverso tipo son ampliamente gratificadas por el inquilino de La Moncloa a costa de los Presupuestos. No tienen ningún interés en que su pesebre se vea perjudicado con un cambio de Gobierno. Hay otros que son como el dios Jano, por lo que ponen una vela a Sánchez y otra a Feijóo. El sanchismo ha sido una fabulosa máquina de colocación para miles de altos cargos, asesores y funcionarios afines al régimen. Finalmente, la caída del sanchismo comportará que muchas cosas vean la luz y los afectados prefieren seguir en la penumbra.
Francisco Marhuenda. De la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España. Catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)