Elecciones
Batacazo en Buenos Aires
En la provincia más importante del país, la oposición peronista se fortalece justo cuando Milei necesita apoyo territorial para acompañar su programa de ajuste
El batacazo electoral de la Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires ha sido estrepitoso. Axel Kicillof ha sacado casi 14 puntos de ventaja a la coalición entre el Pro y los libertarios. No se trata de un tropiezo menor en un territorio adverso: en 2023 el peronismo obtuvo un 45% y ahora apenas ha subido al 47,5%. La diferencia está en el desplome del voto opositor: del 51% que sumaban por separado Pro y Libertad Avanza en 2023 han caído a menos del 34% en 2025. En términos absolutos, los libertarios y sus aliados han perdido a la mitad de sus votantes.
Las causas son múltiples. Una coalición forzada entre dos partidos con electorados recelosos entre sí; la improvisación de candidaturas, muchas de ellas recicladas del propio peronismo; luchas internas que han apartado a dirigentes con peso; y las sospechas de corrupción que, aunque aún no probadas, han manchado la bandera de regeneración moral con la que Milei conquistó el poder. A todo ello se suma que en 2023 el peronismo estaba hundido bajo el descrédito de la inflación, mientras que hoy, fuera del gobierno federal, ha perdido parte del estigma de ser culpable directo del desastre macroeconómico.
Las consecuencias son demoledoras. En la provincia más importante del país, que concentra más de un tercio de la población, la oposición peronista se fortalece justo cuando Milei necesita apoyo territorial para acompañar su programa de ajuste. La falta de implantación provincial convierte en aún más incierto el camino hacia la consolidación fiscal. Pero, sobre todo, estos comicios bonaerenses son el preludio de las elecciones legislativas de medio término. Y si el adelanto electoral en Buenos Aires ha sido una primera vuelta, la lectura es clara: la segunda vuelta puede ser un naufragio.
Los mercados no tardaron en reaccionar. Las acciones argentinas se hundieron más de un 10%, la prima de riesgo superó los 1.000 puntos básicos y el dólar reventó el techo de la banda cambiaria. Los inversores, que ya llevaban semanas replegándose ante la incertidumbre política, ahora ven confirmados sus temores: Milei podría quedarse sin la capacidad parlamentaria de mantener el ancla fiscal que sostiene su programa de estabilización.
El presidente ha prometido redoblar el rumbo económico y hacer autocrítica en lo político. Veremos si basta para revertir la sangría de votos y recuperar la confianza de los mercados. Veremos si es suficiente.