Opinión

La España que nos une

Mi generación está llamada a articular, entre otras cosas, un gran pacto social a favor de la solidaridad intergeneracional.

Alex Cortés

José Ortega Gasset decía que el pasado no nos dirá lo que debemos hacer, pero sí lo que deberíamos evitar. Es una de las muchas lecciones que tenemos que aprender para evitar cometer errores que se realizaron en el pasado, en un momento importantísimo para la historia de España en el que nos jugamos en los próximos años un modelo de país.

Mi generación está llamada a articular, entre otras cosas, un gran pacto social a favor de la solidaridad intergeneracional.

Este próximo jueves se celebrará el III Congreso de la Sociedad Civil, liderado por Aldo Olcese Santoja, con el que mantiene su compromiso con la mejora de España y de la sociedad, actuando como vehículo para ofrecer una representación a una sociedad civil más unida e integrada en torno a una visión basada en la ética y el compromiso individual, así como en unos valores, principios y objetivos comunes que generen consenso, concordia y confianza entre los españoles.

Esa España que unimos debemos articularla desde una visión intergeneracional. En esa lógica, los jóvenes tenemos un papel fundamental en reivindicar la construcción de nuestro espacio en la toma de decisiones y en ser unos actores decisivos en el contexto empresarial pero también en el político-institucional; no tenemos que pedir ni permiso ni pedir perdón por querer tener ambición por liderar y aportar el cambio a la sociedad civil.

En los últimos años se ha instalado en España y especialmente en la política española un rechazo hacia las personas mayores y que en muchas ocasiones se ha reflejado en los expresidentes del gobierno. Por si algunos tenían la tentación de olvidarlo, los más veteranos no son ni pueden ser un jarrón chino al que tener apartados como un mero objeto decorativo, son un activo indispensable en cualesquiera que sean las circunstancias, se los tienen que escuchar y que tener un papel activo en la sociedad civil, además de ser unos referentes para los jóvenes. Un país que no cuenta con la voz de los que más saben, es un país que decididamente está condenado al fracaso.

Mi generación tiene que ser capaz de articular un pacto intergeneracional que es sustancial para muchas cosas, especialmente para el mantenimiento del Estado de bienestar y en particular del sistema de pensiones. En una población en la que cada vez la pirámide poblacional se invierte más, es necesario afrontar un debate serio, sosegado y que genere consenso para afrontar una situación que no se resolverá a golpe de decreto. Necesitamos un acuerdo que garantice el bienestar de los mayores con todo el respeto por su esfuerzo y sacrificio y que recaiga en unas cotizaciones que sean el fruto de un aumento de la productividad y de los salarios en los que los bajos costes energéticos y la implementación de la inteligencia artificial serán las claves futuras que construiremos entre todos porque es nuestra España la que nos une.