Opinión

La flamenca ministra de Justicia

«Se pudo ver a Pilar Llop paseándose zalamera por el recinto ferial de Sevilla, toda roja ella y con la flor de su cabeza escorada a la izquierda, acompañada del delegado del Gobierno en Andalucía»

Entre la simple demagogia y el mero sentido común, hay un campo de suficiente amplitud en el espacio público como para poder elegir el lugar donde ubicarse en cada momento sin riesgo de caer en el ridículo. Es lo que podría aplicarse a la ministra de Justicia, Pilar Llop, al verla paseándose zalamera por el recinto ferial de Sevilla, toda roja ella y con la flor de su cabeza escorada a la izquierda, acompañada del delegado del Gobierno en Andalucía, emulando a las influencers que lo frecuentan estos días como cita obligatoria.

Confieso que no imaginaba a doña Pilar Llop en ese trance, por lo que no oculto la sorpresa causada al contemplar esas imágenes destacadas en los medios escritos y digitales, que sin duda transmitían un mensaje subliminal, pues una imagen vale más que mil palabras. Desde luego, a buen entendedor pocas palabras bastan, y esa imagen ha desencadenado una catarata de reacciones procedentes del mundo de la Justicia, que atraviesa un momento de particular tensión por reclamaciones laborales –en especial de carácter salarial– de diversos colectivos de funcionarios judiciales, entre ellos, los jueces y los fiscales. La foto de Pilar Llop enfurece a los funcionarios de la Administración de Justicia, cuyo comité de huelga demanda su dimisión inmediata, al tiempo que endurece la huelga que tenían anunciada aumentándola a 7 días, criticándola con dureza «por preferir los rebujitos, las gambas y el jamón», por mantenerse «ausente» de las negociaciones y por «hablar de crisis económica en la Feria de Sevilla vestida para la ocasión».

La crítica unánime recibida en este caso no puede calificarse en absoluto de demagógica en unos momentos como los actuales. Resulta ridícula e inoportuna, como poco, verla contestando entre caseta y caseta a los informadores al ser preguntada por la amenaza de huelga indefinida anunciada por diversas asociaciones de jueces y fiscales, si no hay acuerdo en la reunión convocada para el miércoles próximo «que tenía clara voluntad negociadora, por lo que no era el momento de adoptar determinadas medidas de presión». Ante la inmediata cita electoral del 28-M parecía que el Gobierno tenía en Doñana y en la sequía dos temas para tomar la iniciativa política, en especial en Andalucía; pero Pilar Llop vestida de flamenca pisando albero puede llegar a ser la icónica imagen del sanchismo en campaña. El 3 de mayo no parece previsible que la ministra acuda de esa guisa a la Mesa de Retribuciones para demostrar su voluntad de alcanzar un acuerdo retributivo. Aunque tampoco se descarta.