
Al portador
El «gran apagón» y el cortocircuito en el empleo
Ayer, por otra parte, también se fue la luz en los datos de paro y empleo, por muy estadísticos que sean. Todo un cortocircuito
Miguel Servet (1509-1553), teólogo y científico aragonés, el primero en describir la circulación pulmonar, decía que «la luz da el ser a la cosa». El apagón de ayer, que paralizó casi todo durante bastantes horas –para muchos angustiosas–, lo confirma. Tiempo habrá para averiguar con precisión las causas, pero ha demostrado la fragilidad de tantas cosas y la necesidad de tener siempre redes de seguridad. Ahora más que nunca, el cierre nuclear soñado por el Gobierno es tan disparatado como anacrónico. Red Eléctrica habla de «colapso en el sistema eléctrico español», algo muy serio. Ayer, por otra parte, también se fue la luz en los datos de paro y empleo, por muy estadísticos que sean. Todo un cortocircuito. William Alexander Watt (1871-1946) fue un político australiano que ejerció de primer ministro interino durante la I Guerra Mundial y luego presidió el parlamento de aquel país. Más o menos liberal y bastante nacionalista, recomendaba: «no confíes en las estadísticas hasta que hayas considerado cuidadosamente lo que no dicen». Tal vez por eso, Pedro Sánchez no convoque elecciones a pesar de las estadísticas electorales que cocina José Félix Tezanos en el CIS. Sin duda, el presidente escruta lo que no enseñan. La máxima también puede aplicarse en otros ámbitos. El Instituto Nacional de Estadística (INE) certificó que en el primer trimestre del año el paro subió en 193.700 personas, mientras que el número de ocupados también disminuyó en 92.500, a pesar de que la población activa aumentó en 101.200, para alcanzar la cifra de 24,55 millones. En total, hay 2,79 millones de parados, que representan el 11,45% de la población activa, mientras que el paro juvenil está en un dramático 26,5%. El desempleo español, una vez más, se sitúa la cabeza de la Unión Europea y pone en almoneda la bonanza económica. El PIB per cápita en España, 27.740 euros, es un 25% inferior al promedio de la Unión Europa, un 35% menor que el de los países del euro y con la mayor brecha en cinco años. A finales de 2024, los ingresos reales de los hogares españoles apenas eran un 1,4% superiores a los de antes de la pandemia y un 4% inferiores a los de 2008, hace 15 años. Son esos datos que ayer –porque no tocaba- no dijo el INE, mientras el Gobierno intentaba concentrarse en el que ya es «el gran apagón», que tendrá un coste millonario, sin olvidar las responsabilidades políticas. Demuestra que, también en el siglo XXI, «la luz da el ser a la cosa y es la forma de la cosa», como explicaba Miguel Servet.
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