
Sin Perdón
¿Junts cambiará de posición con el ómnibus?
«El Gobierno y los sindicatos solo esperan que Feijóo asuma el papel de palmero»
Estoy convencido de que no lo hará. Al margen de las discrepancias profundas que tengo con el independentismo, Puigdemont y su equipo no engañan en estas cuestiones. El problema es que Sánchez no se quiere dar por enterado. Lo que reclama Junts es lo mismo que el PP y es lo que debería haberle exigido la totalidad del pleno del Congreso de los Diputados. Es inaceptable que se utilicen decretos-ley ómnibus, porque es una perversión del procedimiento legislativo. Es un uso torticero de la norma, ya que se llena de temas que no comparten ninguna conexión. Es cierto que se ampara en aplicar un criterio de oportunidad política y se hurta a los diputados la capacidad de ejercer con plenitud su función constitucional. No son más que marionetas que se limitan a convalidar o rechazar los decretos-ley. Es una perversión de la previsión constitucional, porque no se trata de casos «de extraordinaria y urgente necesidad». En muchas ocasiones he expresado que no es necesaria una reforma constitucional y que bastaría un compromiso del Gobierno, que controla el Legislativo, para resolver ésta y otras muchas cuestiones.
Junts volverá a votar en contra del ómnibus y no puede contar con el PP. Es cierto que saldrán en tromba los aliados del Gobierno, como los sindicatos y los poderosos medios de comunicación de la izquierda, criticando a estas formaciones. No pasa nada. Lo mejor a la hora de enfrentarse al sanchismo es aguantarle el pulso. No tardará en cansarse y se rendirá. Los que ahora le atacan tampoco le mostrarán ninguna simpatía si vota lo que quiere el Gobierno, porque el bien a proteger, no hay que olvidarlo, es la continuidad de Sánchez en La Moncloa. Es un gran negocio y nadie quiere perderlo. Al PP le ha costado entenderlo, pero parece que comienza a darse cuenta, por fin, de que el Gobierno socialista y comunista y los sindicatos solo esperan que Feijóo asuma el papel de palmero. Por supuesto, Puigdemont no está dispuesto a serlo. No hay que preocuparse, porque en unos días troceará el ómnibus y aceptará que las pensiones y el transporte se voten por separado. No importa que las terminales mediáticas del sanchismo les acusen mientras tanto de dejar a los pensionistas sin la subida, porque es una mentira.
Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).
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