Eleuteria

Pacto fiscal

Hay que reorganizar todo el sistema de financiación autonómico, tanto desde el lado de los ingresos como desde el de los gastos

Revisar el sistema de financiación autonómico es una necesidad: hacerlo para beneficio unilateral de Cataluña, pura conveniencia gubernamental. ¿Por qué hay que revisar el sistema de financiación autonómico? Porque, en efecto, es tremendamente injusto con los residentes en las regiones más productivas de España: los ciudadanos de Madrid, Cataluña, Baleares y acaso la Comunidad Valenciana, aportan fiscalmente al Estado mucho más de lo que reciben de él (ya sea en forma de transferencias públicas o de servicios públicos), conformándose así una redistribución interterritorial de la renta que resulta demasiado onerosa para los contribuyentes y demasiado anestesiante para los perceptores. Cada administración territorial (autonomías y ayuntamientos) debería sufragar los servicios que reciben sus residentes con los tributos abonados por esos residentes y, como mucho, la administración central debería proceder a una modesta y limitada redistribución de recursos entre administraciones. Por consiguiente, no puedo ocultar que simpatizo con la propuesta de los nacionalistas catalanes de modificar el sistema de financiación autonómico: es más, creo que la Comunidad de Madrid debería sumarse a semejante reclamación, oportuna y legítima.

Ahora bien, seamos asimismo conscientes de que si el sistema de financiación autonómico no se revisa para todos, si tan sólo avanzamos hacia una especie de «pacto fiscal» con la Generalitat catalana, entonces Madrid, Baleares y Valencia saldrán mucho más perjudicadas de lo que ya están: pues si Cataluña, como contribuyente neta, deja de aportar a ese fondo común del que redistribuir interterritorialmente y, al mismo tiempo, se desea mantener el monto de esa redistribución interterritorial, los residentes de esas otras tres autonomías tendrán que ser esquilmados con muchísima más saña que en la actualidad.

Ése no puede ser el camino a seguir o, de lo contrario, tocará promover la creación de partidos regionalistas en Madrid que, a imagen del nacionalismo catalán, supediten la gobernabilidad de España a un «pacto fiscal» con la Comunidad de Madrid. Hay que reorganizar todo el sistema de financiación autonómico, tanto desde el lado de los ingresos como desde el de los gastos. Y deberá ser un gobierno de izquierdas, PSOE-Sumar, quienes les explique a millones de españoles por qué, siendo tan de izquierdas, han apostado por reducir la magnitud de la redistribución de la renta entre españoles.