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Tribuna

Paz y seguridad en «Rerum Novarum»

León XIII articula un análisis de las relaciones laborales desde una ética del bien común, donde trabajo, propiedad, familia y Estado son instituciones morales esenciales

El primer mensaje que dirige un Papa recién nombrado es el que se deriva de la elección de su nombre pontificio. Las razones de esa decisión marcan claramente las intenciones de su pontificado. Entre los más recientes, Juan Pablo I eligió ese nombre en recuerdo de Juan XXIII y de Pablo VI; Juan Pablo II, en memoria de los tres anteriores. Benedicto XVI lo hizo evocando a san Benito de Nursia, fundador de la orden benedictina y patrón de Europa, y además en homenaje a Benedicto XV; Francisco hizo lo propio en honor al santo homónimo.

León XIV ha manifestado, en relación con la elección de su nombre pontificio, que «hay varias razones, pero la principal es porque el Papa León XIII, con la histórica encíclica Rerum Novarum, afrontó la cuestión social en el contexto de la primera gran revolución industrial, y hoy la Iglesia ofrece a todos su patrimonio de doctrina social para responder a otra revolución industrial y a los desarrollos de la Inteligencia Artificial, que comportan nuevos desafíos en la defensa de la dignidad humana, de la justicia y el trabajo».

Hoy diríamos que León XIII, Gioacchino Pecci, fue un Papa que batió varios récords: primer Papa nacido en el siglo XIX y primero en fallecer en el siglo XX; uno de los papas más longevos, murió en 1903 a los 93 años, tras veinticinco de pontificado y una prolífica actividad intelectual, habiendo publicado 83 encíclicas, el que más. Entre ellas, sobresale la ya citada Rerum Novarum (De las cosas nuevas), pilar fundamental de la doctrina social de la Iglesia a la que León XIV concede una extraordinaria importancia.

El profesor Santiago Casas publicó una interesante biografía, «León XIII, un papado entre modernidad y tradición», que expone con brillantez la vida y obra del longevo y prolífico pontífice. Se describe con precisión la interesantísima labor que León XIII ejerció como árbitro internacional para dirimir diferencias entre potencias en disputa, como la que ejerció entre España y Alemania por la cuestión de las Islas Carolinas, expuesta con todo lujo de detalles por los profesores Corral y Díaz del Cerio en «La mediación de León XIII en el conflicto de las Islas Carolinas». Incluso hubo una tentativa de mediación en 1898 entre España y Estados Unidos que no fructificó. ¿Retomará León XIV tan loable ejercicio? En cuanto al magisterio pontificio, León XIII fue clave al reintroducir el pensamiento de santo Tomás de Aquino, incluida su doctrina sobre la guerra justa. Aunque no lo hizo mediante una encíclica específica sobre esta cuestión, continuó con la tendencia a rechazar la guerra como medio legítimo, salvo en casos extremadamente limitados.

La encíclica Rerum Novarum, más allá de sus conocidas reflexiones sobre el trabajo y la propiedad, ofrece una profunda meditación sobre las condiciones de la paz y la seguridad en el orden social. En un contexto de agitación causado por la revolución industrial y la lucha de clases, el Papa propone un nuevo orden basado en la justicia, la armonía entre las clases y la ley natural.

Para León XIII, la paz no consiste en la mera ausencia de conflicto, en consonancia con san Agustín y santo Tomás, sino en la presencia de un orden justo. Identifica la raíz del desorden social no solo en las desigualdades económicas, sino también en una crisis moral.

La encíclica rechaza tanto la represión del descontento social como las doctrinas revolucionarias que promueven el odio y el «bárbaro salvajismo». El verdadero remedio a esta crisis es institucional: restaurar la justicia social y garantizar los derechos naturales.

León XIII señala como erróneas algunas políticas extremistas, pues «daña a esos mismos a quienes se pretende socorrer, repugna a los derechos naturales de los individuos y perturba las funciones del Estado y la tranquilidad común». Solo un Estado comprometido con el bien común puede consolidar la paz.

El Estado no debe limitarse a ser un árbitro neutral, sino actuar activamente para proteger a los pobres, asegurar salarios justos y evitar la explotación, garantizando así una verdadera justicia social, que es la base de la concordia y la paz social. La seguridad pública, en este sentido, no depende de la represión estatal, sino de la justicia estructural.

Rerum Novarum no es solo un documento pontificio sobre el trabajo y los trabajadores, sino una reflexión sobre el orden social basado en la antropología cristiana. León XIII articula un análisis de las relaciones laborales desde una ética del bien común, donde trabajo, propiedad, familia y Estado son instituciones morales esenciales. La paz no es fruto de la represión ni del control estatal, sino del orden justo fundado en la justicia. El Estado, según León XIII, debe fomentar la virtud, proteger a los débiles y moderar tensiones sin violencia. Propone una seguridad basada en la justicia. Sin justicia no hay verdadera paz.

Tomás Torres Perales Comandante de Caballería. Academia de las Ciencias y Artes Militares.