Sin Perdón

Un Poder Judicial al servicio de La Moncloa

«Con estas reformas en vigor nos situaríamos en el modelo que la izquierda radical ha impuesto en México»

El Gobierno intenta colar unas reformas en la carrera judicial y el Ministerio Fiscal que confirman su enfermiza obsesión de controlar el Poder Judicial para ponerlo al servicio de sus intereses. Ni jueces ni fiscales pueden estar al servicio de un gobierno o un partido. Lo están de la sociedad y sometidos al imperio de la ley. En la hipótesis de que Sánchez consiga imponer esa reforma caminaríamos con paso firme hacia la quiebra del Estado de Derecho y la separación de poderes. Ni puede ni debe haber una justicia popular que sea un apéndice al servicio de la mayoría que exista en el Congreso. Es algo inaceptable en una democracia y más en la UE. Es cierto, que al sanchismo y sus aliados les gustaría un Poder Judicial sometido que estuviera formado por amigos dispuestos a blanquear desde el independentismo a los escándalos que afectan a la familia presidencial, el PSOE y el Gobierno. Por supuesto, con estas reformas en vigor nos situaríamos en el modelo que la izquierda radical ha impuesto en México.

No creen en el mérito y la capacidad, porque los jueces y fiscales defensores del uso alternativo del Derecho son una minoría. Hay pocos personajes fanáticos, serviles con el poder y resentidos como Conde-Pumpido en las carreras judicial y fiscal. Es cierto que la inmensa mayoría son conservadores, pero no en el sentido político o partidista, sino en el de defender y preservar el Estado de Derecho y la separación de poderes. Por eso hay tan pocos juristas que estén dispuestos a considerar que la amnistía es constitucional, porque esa indignidad solo puede ser cometida por Pumpido y sus seguidores. La mutación constitucional que está impulsando es muy peligrosa, pero sobre todo es la expresión de su ilimitada soberbia y el resentimiento que le invade. La aprobación de las reformas sanchistas unido a la politización del Tribunal Constitucional acaba con la independencia de los jueces y somete a los fiscales a la arbitrariedad de La Moncloa. Las causas que afecten a los amigos del régimen serán archivadas o nunca se instruirán. Con el asalto a ambas carreras podemos tener la seguridad de que se sustituye el mérito y la capacidad por el clientelismo y se impone la colonización del Poder Judicial.

Francisco Marhuenda. De la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España. Catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)