Sin Perdón

La realidad paralela de Sánchez

En su intervención nos vendió la versión happy flower de la trayectoria de Teresa Ribera que ha cambiado España, ahora lo conseguirá en la UE y luego tocará el mundo

Todo fue según lo previsto. Sánchez compareció para ofrecer una plúmbea declaración institucional que producía bochorno. Ninguna referencia a los escándalos que le afectan. Por supuesto, sin mezclarse con los periodistas, ya que hay muchos que no le gustan. Qué diferencia de cuando era el líder de la oposición o antes como uno de los protegidos del lobista Pepe Blanco, que ha demostrado que es muy hábil y listo bajo el paraguas del multimillonario Javier Curtichs. En aquella época iba detrás de cualquier tertulia, especialmente si era en lo que ahora llama la fachosfera, y se mostraba muy colega con los periodistas. Hay gente que cambia con el poder y Sánchez es el prototipo de un implacable camaleón político. En su intervención nos vendió la versión happy flower de la trayectoria de Teresa Ribera que ha cambiado España, ahora lo conseguirá en la UE y luego tocará el mundo. A lo mejor Elon Musk consigue abrir el espacio a los pobres humanos y Ribera triunfa, también, en el universo. No sé cómo los españoles hemos podido avanzar sin ella. Su sucesora es la mayor experta en estos temas, aunque desconozco en qué se basa el presidente del Gobierno. En mi ingenuidad infinita he pensado que a lo mejor era doctora, había superado unas oposiciones y era catedrática en la materia. He buscado sus libros y artículos académicos. Son las cosas que te convierten en experto en el mundo real. No he encontrado nada que avale las afirmaciones del presidente. Al menos tiene origen danés y ya se sabe que los países del norte son muy ecológicos. La realidad es que es una ingeniera, como hay muchas en España, que ha medrado dentro del sanchismo. Es una trayectoria basada en cargos de libre designación en los que el mérito principal es el dedo del político. Esto le ha abierto la puerta a formar parte de diversos grupos e instituciones. No hay nada que avale esa condición de experta. Es bueno no sorprenderse, porque Sánchez quiere este tipo de perfiles que ni siquiera son técnicos, sino políticas que den el pego. El único requisito que tienen que cumplir es ser fieles sanchistas y abrazar fervorosamente la política ecologista promovida por la izquierda política iberoamericana y los millonarios pijoprogres estadounidenses y europeos.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).