Los puntos sobre las íes
Sánchez, además eres gafe
El volcán de la Palma, que arrasó buena parte de la isla bonita en 2021, es otro ejemplo de que este tío es un completo cenizo
El socialista Luis Yáñez no es de esos políticos al uso que empezaron en la cosa pública de adolescentes, medraron y acabaron cumpliendo el Principio de Peter, ése que señala que una persona que hace carrera en una organización llega finalmente a un puesto que le viene veinte tallas grande originando grandes desastres. Nuestro protagonista, secretario de Estado de Exteriores con González y Zapatero, se doctoró en Ginecología y naturalmente no es un piernas. El problema es que era gafe. O eso decían. Los hechos corroboran su mal fario, allá donde se presentaba, allá que sobrevenía el desastre. Se coronó como cenizo mayor del Reino durante su etapa como máximo responsable de los actos del Quinto Centenario, esa gesta histórica que antes la izquierda conmemoraba y ahora cancela. A muchos españoles no se nos ha olvidado su careto cuando se botó una réplica de la nao Victoria, la embarcación con la que Magallanes y Elcano dieron la primera vuelta al mundo. Fue entrar en el agua, zozobrar, capotar y acabar en el fondo en cuestión de segundos. Las chanzas y las carcajadas aún resuenan en Isla Cristina, lugar del incidente, 33 años después. Este suceso constituye una minucia al lado del incendio del pabellón del Descubrimiento, el más emblemático de la Expo 92, que quedó literalmente arrasado por las llamas cuando restaban dos meses para el banderazo de salida. Otro al que le endosaron esta incómoda vitola fue a Juan José Rosón, gran ministro del Interior de la UCD, aunque en este caso no hay hechos que avalen su fama. A Pedro Sánchez le podemos adjudicar, más allá de toda duda razonable, cuatro sambenitos: que es un psicópata nivel subclínico, que pasa por ser un mentiroso compulsivo que no le diría la verdad al médico ni aunque su vida corriera peligro, que camina a caballo de la autocracia y la dictadura y que ostenta la condición de corrupto por mujer y hermanos interpuestos. Pero, visto lo visto esta semana, hay otro tan o más pertinente: el de gafe, un gafe que deja a Yáñez y Rosón reducidos a la condición de aprendices. El tipo se estrenó en el mal rollito al poco de la espuria moción de censura que botó del poder a Rajoy. Se presentó en la final del Mundial sub20 de fútbol femenino y España, la gran favorita, palmó 3-1 frente a Japón. Es verdad que la pandemia no fue made in Spain sino una desgracia planetaria pero no lo es menos que fuimos los peor parados de Occidente. El marido de la tetraimputada Begoña Gómez ya empezaba a dar yuyu: tuvimos más infectados y muertos per cápita que ningún otro país de nuestro entorno. La mayor nevada de la historia de Madrid, esa Filomena que colapsó la ciudad 5 días, se produjo también durante su mandato. El volcán de La Palma, que arrasó buena parte de la isla bonita en 2021, es otro ejemplo de que este tío es un completo cenizo. Se trata de la erupción más bestia ¡desde 1677! La DANA valenciana, la mayor catástrofe natural de la que tenemos memoria, es otro terrible hito de su hégira. Y el lunes quedó demostrado, de manera incontrovertible, que no tiene precisamente baraka. Ni los más viejos del lugar recuerdan un apagón así. Cruzo los dedos para que salga del poder lo más rápido posible. Por ética, tanta mangancia es insoportable, y porque lo siguiente que puede ocurrir si Sánchez continúa en Moncloa es que ese gigantesco asteroide 2024 YR4 que pulula por el sistema solar acabe estrellándose en España. Lo que nos faltaba.