8 de octubre. Va por nuestro país

El próximo domingo día 8 de octubre la sociedad catalana hasta ahora silente, enmudecida y amedrentada, saldrá a la calle y alzará la voz definitivamente ante la grave situación que se vive en nuestro país.

Jamás en mi vida había asistido a un atropello semejante en nuestra tierra, culminado por un golpe institucional y la toma de las calles y los equipamientos públicos, amparado en la violación del Estado de derecho, nuestras leyes y normas de convivencia, alentando además desde las estructuras de gobierno de la Generalitat a la desobediencia civil en el asedio a todo aquello y todo aquel que no se quiera plegar a sus mandatos y doctrinas.

Reconozcamos que la hoja de ruta secesionista ha estado hasta hoy perfectamente engrasada y dispuesta a cumplir escrupulosamente su calendario y, por el momento, están consiguiendo imponer su apropiación y ocupación de calles e instituciones. Y ese escenario ha sido divulgado indiscriminadamente a medios internacionales que asisten atónitos a la situación que se vive en Cataluña.

Quizás hasta ahora se conviniera que era un problema entre catalanes, pero definitivamente se demuestra que es un dramático hecho que afecta a todos los españoles y por consiguiente a todos los ciudadanos europeos. En este momento lo que se requiere es la adopción de medidas urgentes nacionales y supranacionales que restituyan la convivencia en el mundo de la democracia, la tolerancia y el respeto por los derechos humanos fundamentales.

Podemos entonar el mea culpa de que a lo largo de tantos años de adoctrinamiento y deslealtad se haya permitido a gobiernos nacionalistas catalanes alimentar sus expectativas de secesión, creando aquellas estructuras que les han permitido llegar hasta aquí.

Por otra parte, aquella Cataluña silenciada por el régimen establecido que asiste desconcertada a la obediencia del gobierno catalán a los grupos antisistema se refugia en sus casas, manifiesta en voz baja su disconformidad con la secesión y protege sus puestos de trabajo amenazados huyendo de cualquier significación.

En los días pasados, los medios de difusión internacionales han hecho muchas preguntas a Societat Civil Catalana, pero la más triste y peculiar era que por qué tenían acceso con facilidad a personas independentistas y, por otro lado, muchas dificultades para conseguir que los sectores y opiniones contrarias se expresaran públicamente.

Eso tan solo demuestra de que no caben más silencios ni titubeos si queremos proteger nuestro país y su integridad territorial so pena de encontrarnos desprovistos de nuestra condición de catalanes y españoles.

Tan solo para completar la tragedia cabe repetir hasta la saciedad nuestra inmediata separación de la ONU, de la Unión Europea, de la OTAN y de la zona Euro.

Sirvan estas líneas de alarmante llamada a la sociedad catalana para que levante la voz este domingo a las 12 de la mañana en Plaza Urquinaona (Barcelona) manifestando de forma fuerte y clara: ¡Basta! Recuperemos la cordura . «Prou! Recuperem el seny!»