Las correcciones

Vaticano first

No era el favorito de Trump, pero León XIV se ha convertido en el primer americano en la Santa Sede

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, adicto a la provocación, bromeó los días previos al cónclave con la idea de que él mismo fuera elegido Papa, antes de apoyar a su viejo amigo, el arzobispo de Nueva York, Timothy Dolan. La fumata blanca de los 133 cardinales de 71 nacionalidades diferentes no fue para Dolan ni para Raymond Burke, el crítico más feroz del Papa Francisco, pero sí para un estadounidense, el cardenal Robert F. Prevost, de 69 años. Bajo el nombre de León XIV, Prevost se convierte en el primer americano en liderar la Santa Sede. Ese diálogo de los cardenales con el Espíritu Santo en la Capilla Sixtina no deja de tener un trasfondo político. El Vaticano, como centro de poder indiscutible, es permeable a las rivalidades geopolíticas.

De hecho, si usted es uno del millón de espectadores que ha visto la película «Cónclave» conocerá las presiones y los rumores que envuelven un encierro vaticano para elegir al nuevo Papa. Los tiras y aflojas entre los 133 cardenales en la Capilla Sixtina tienen su eco en las cancillerías internacionales. Antiguamente las potencias europeas como España o Francia vetaban a los Papas que no eran afines a sus intereses. Esta época ya se ha superado. Prueba de ello es que España no ha acertado ninguna quiniela. Exteriores había apostado todo por la mano derecha de Francisco, el italiano Pietro Parolin, el candidato más continuista a pesar de que en los últimos días había perdido fuerza. Su falta de experiencia pastoral, las dificultades financieras de la Santa Sede y el polémico acuerdo con Pekín para el nombramiento de los cardinales chinos le habían hecho perder opciones aunque en los medios españoles apareciese como el gran favorito. Probablemente haya que perdonar a nuestros diplomáticos que han estado enredados con el gran apagón del que todavía no tenemos culpables ni se han producido dimisiones; como si fuéramos un país bananero en el que no se rinde cuentas ni se asumen responsabilidades. En cualquier caso el presidente Pedro Sánchez se retiró voluntariamente de este Gran Juego desde el día en el que renunció a acudir al funeral del Papa Francisco convertido después -y como era previsible- en una cumbre global por la paz en Europa y, en concreto, en Ucrania. El reencuentro de Trump con Zelenski después de la humillación en el Despacho Oval pueda considerarse en el futuro como la última obra apostólica de Francisco, él siempre tan defensor de la paz.

Para continuar con el trabajo de su predecesor, en su primer mensaje vestido de blanco, Prevost ha hecho «un llamamiento a la paz» a «todos los pueblos». También hizo un gesto a los tradicionalistas recuperando la vestimenta a la que renunció Francisco en su presentación. León XIV es un Papa americano, que habla español. Nacido en Chicago ha estado 40 años destinado en Perú. Quiso dirigirse desde el balcón del Vaticano a su diócesis en Chiclayo: «Un pueblo fiel». De la orden de los Agustinos no fue nombrado cardenal hasta hace relativamente poco, en 2023. Prevost no estaba entre los favoritos como tampoco lo estuvo Bergoglio en 2013 pero ahora es el elegido para liderar a los 1.406 millones de católicos que hay en el mundo. Es un Papa joven, (siete años más joven que Francisco) y eso puede aumentar su audacia y determinación.