Cargando...

Al portador

El voto de los territorios y el error histórico del PNV

El PNV ha salvado los muebles ahora, pero vive preso de lo que, acaso, fue un error histórico de los redactores del Estatuto de Gernika. Las tres provincias vascas eligen 25 diputados cada una, aunque su población es muy diferente

Maurice Duverger (1917-2014), jurista y politólogo francés, fue el primero –a mediados del siglo XX– en establecer la correlación entre los sistemas electorales y los sistemas de partidos políticos: «Los diversos sistemas electorales no son instrumentos pasivos que registran la opinión: también contribuyen a modelarla de una manera determinada, diferente en cada uno de ellos», escribía en su manual Instituciones Políticas y Derecho Constitucional, refundido en 1970 para la edición española por Jordi Solé Tura (1930-2009), uno de los «padres» de la Constitución. Las tesis de Duverger siguen vigentes, como demuestran las elecciones en todo el mundo. Las del País Vasco no son una excepción. El PNV ganó en votos, aunque empató en escaños con Bildu y el PSE –socialistas vascos– que obtuvo dos diputados más hará lehendakari al peneuvista Imanol Pradales, y garantizará el apoyo al Gobierno de Sánchez el resto de la legislatura. El PP logra un éxito muy pírrico, un escaño y 36.499 votos más –el PSOE sólo ha tenido 27.412 más–, que le condenan a la irrelevancia política en el País Vasco y que tampoco ayudan a Feijóo. Además, las urnas arrojan una mayoría abrumadora del 72% en escaños y del 67,7% en votos para nacionalistas y/o «indepes». Para algunos es irreversible y, además, los pronósticos apuntan que el equilibrio PNV-Bildu se romperá a favor de estos últimos en las siguientes elecciones. La independencia formal parece complicada en la Unión Europea pero la real está a la vuelta de la esquina, mientras el PSOE mira hacía otro lado.

El PNV ha salvado los muebles ahora, pero vive preso de lo que, acaso, fue un error histórico de los redactores del Estatuto de Gernika. Las tres provincias vascas eligen 25 diputados cada una, aunque su población es muy diferente. La de Vizcaya triplica a la de Álava y casi dobla a la de Guipúzcoa. Un reparto más equilibrado de los escaños otorgaría 39 a Vizcaya, 25 –los mismos que ahora– a Guipúzcoa y 11 a Álava. En ese escenario, el PNV, con 10 puntos de ventaja sobre Bildu en Vizcaya, tendría bastante más representación. Sumar y Vox perderían sus escaños por Álava. Con otro reparto de diputados, el PNV habría obtenido una mayoría absoluta tras otra –hasta ahora– y limitado el crecimiento de otros partidos, Bildu incluido. Todo es democrático pero en algunas zonas del País Vasco votan más los territorios que los ciudadanos, el error histórico del PNV, porque los análisis de los resultados confirman la influencia de los sistemas electorales como percibió Duverger.

Cargando...