«De Bellum luce»

Yolanda, la «mala» madrastra

Ni Iglesias ni Montero van a quedarse cruzados de brazos mientras sus enemigos, todos en la izquierda, brindan con la expectativa de que han matado a los líderes de Podemos

Yolanda Díaz cree que le ha ganado la batalla a Pablo Iglesias, pero no ve, o no quiere ver, que en la guerra quedan muchos asaltos y que a ella la quieren convertir en la «mala» del cuento, en la «mala» madrastra que pisotea la juventud, la valentía y el empuje de las otras mujeres progresistas ungidas también por el fundador de Podemos.

Sumar no ha conseguido llegar a ser un innovador proyecto de apertura política a los ciudadanos: muchas promesas, muchas expectativas, reducidas a una ensalada de siglas en la que el único proyecto que une a todos los que se han unido en la coalición es la supervivencia en el Congreso de los Diputados. Sólo eso.

La nueva izquierda es peor que la vieja política porque, como tienen menos que repartirse, las peleas cainitas son mucho más sangrientas. Y los que se han conjurado para enterrar a Podemos se están equivocando si cantan victoria antes de tiempo. De momento, la dirección morada ha estrenado la coalición alimentando el relato de que Yolanda es la «mala». La despiadada madrastra que pisotea a Irene Montero, de manera desagradecida y airada. Y este doble juego irá a más en la campaña electoral porque, llegados a este punto, el entretenimiento de Iglesias no es otro que apostar porque a la coalición le vaya mal, para, a continuación, utilizar a sus diputados para desestabilizar a ese grupo parlamentario y controlarlo.

Ni Iglesias ni Montero van a quedarse cruzados de brazos mientras sus enemigos, todos en la izquierda, brindan con la expectativa de que han matado a los líderes de Podemos y se han apropiado de sus votos. No dice mucho en favor de Podemos que su proyecto haya quedado reducido ante la opinión pública a una pelea, perdida, por colocar a la «mano derecha» de Iglesias en las listas de Sumar. Pero tampoco dice mucho de Yolanda Díaz la deslealtad hacia su «padrino» ni que se haya convertido en la reina de un sanedrín que está unido solo por una causa, el ansia de venganza sobre Iglesias.

El PSOE piensa que lo mejor que le puede ocurrir hoy es que a la izquierda a su izquierda le vaya mal para que esto se traduzca en un grupo socialista digno, aunque esté en la oposición. Y así es, porque lo peor que podría ocurrirle sería volver a estar en condiciones de gobernar, esta vez en una posición mucho más debilitada que la que ha tenido en esta Legislatura, con menos escaños el PSOE, y más fuertes sus socios. El PSOE sabe que no resiste otra Legislatura de «sanchismo», aunque la mayoría se resista a decir en alto que el emperador camina desnudo.