El Papa Francisco nombra al español Maximino Caballero Ledo Secretario de Economía

El nuevo Secretario General nació el 21 de diciembre de 1959 en Mérida (España). Estudió la licenciatura en Economía en la Universidad Autónoma de Madrid y una maestría en Administración de Empresas en la Escuela de Negocios IESE de Barcelona. Está casado y tiene dos hijos.

“Espero poder colaborar en la transparencia económica de la Santa Sede” comentó el recién nombrado.

Ha vivido en Estados Unidos desde 2007 trabajando en una empresa en el sector de la salud. En declaraciones a Vatican News, el nuevo secretario general de la Secretaría para la Economía dijo que “de todas las diferentes oportunidades profesionales que hubiese podido imaginar, esta es una que nunca ni remotamente se me habría ocurrido”.

También aseguró que “Pensar que la Iglesia es solo cosa de curas y monjas y que los demás somos meros espectadores es algo muy generalizado. Sin embargo, los fieles laicos tenemos una labor muy importante que desarrollar dentro de la Iglesia. Todos somos miembros del mismo cuerpo y todos tenemos nuestra misión”, indicó.

Maximinio Caballero señaló que “poder colaborar con la Santa Sede, al servicio del Santo Padre, es un honor y una gran responsabilidad” y añadió que sus talentos son su experiencia y su trabajo por lo que espera “con ellos poder poner mi granito de arena y colaborar en la transparencia económica de la Santa Sede”.

El extremeño será el número dos de las finanzas vaticanas, cuyo prefecto es el jesuita español Juan Antonio Guerrero que tomó posesión de su cargo el 14 de Noviembre del año pasado.

Maximino Caballero y el padre Juan Antonio Guerrero, ambos nacidos en la misma ciudad, son amigos de la infancia. El nuevo Secretario de Economía comentó “el Padre Guerrero y yo hemos crecido juntos, nuestras familias son amigas de toda la vida y hemos crecido juntos hasta la universidad. La vida nos llevó por caminos diferentes pero siempre hemos estado en contacto” y continuó comentando cuando recibió la invitación para venir a trabajar al Vaticano “Cuando el Padre Guerrero me llamó para proponerme este proyecto pasó por mi mente una larga lista de razones por las que no podría aceptarlo. Sin embargo, mi mujer, Inmaculada, y yo supimos desde el primer momento que la llamada de Dios se produce de formas muy diferentes y esta era la nuestra”