Santoral

¿Qué santo se celebra hoy, 3 de julio? Esto es lo que debes saber del santoral de la Iglesia Católica

Hoy los cristianos recuerdan la vida de Santo Tomás apóstol el apóstol de la duda y la fe y de La Beata María Ana Mogás Fontcuberta

La incredulidad de santo Tomás
La incredulidad de santo TomásWikipediaWikipedia

El santoral católico es una lista que recoge los nombres de los santos y beatos reconocidos oficialmente por la Iglesia Católica y los asigna a una fecha específica en el calendario. En total, el santoral incluye alrededor de 7.000 personajes insignes. Los santos son hombres y mujeres que han dejado una huella en la historia del cristianismo, destacándose por su sacrificio y su vínculo especial con lo espiritual. Los beatos, por otro lado, están en camino hacia la canonización, es decir, en proceso de ser reconocidos como santos.

¿Qué santos se celebran hoy miércoles 3 de julio?

  • Santo Tomás apóstol
  • San Anatolio de Constantinopla
  • San Anatolio de Laodicea
  • San Dato de Rávena
  • San Felipe Phan Van Minh
  • San Geldunio abad
  • San Heliodoro de Altino
  • San Ireneo de Chiusi
  • San José Nguyen Dình Uyên
  • San León II papa
  • San Marcos de Mesia
  • San Memnón de Bizia
  • San Muciano de Mesia
  • Santa Mustiola de Chiusi
  • San Raimundo Gayrard
  • Beata María Ana Mogás Fontcuberta

En el periódico La Razón a seleccionado la biografía de los santos más destacados el día de hoy

Santo Tomás apóstol: el apóstol de la duda y la fe

“La incredulidad de Santo Tomás”, del sevillano Sebastián López de Arteaga.
“La incredulidad de Santo Tomás”, del sevillano Sebastián López de Arteaga.larazon

Santo Tomás, también conocido como Tomás Dídimo, fue uno de los doce apóstoles elegidos por Jesús. Nació en Galilea, probablemente en la ciudad de Cafarnaúm, y se dedicaba a la pesca antes de unirse a Jesús.

A lo largo de su ministerio, Tomás acompañó a Jesús en sus viajes, presenciando sus milagros y enseñanzas. Se le describe como un hombre reflexivo y directo, que no dudaba en cuestionar lo que no entendía.

Santo Tomas apóstol: su duda y su fe

Uno de los episodios más conocidos de la vida de Santo Tomás es su duda sobre la resurrección de Jesús. Tras la crucifixión y muerte de Jesús, las mujeres informaron a los apóstoles que lo habían visto resucitado. Sin embargo, Tomás no podía creerlo sin pruebas tangibles.

Ocho días después, Jesús se apareció a los apóstoles nuevamente, incluyendo a Tomás. Lo invitó a tocar sus llagas y a creer, y Tomás, ante la evidencia, exclamó: "Señor mío y Dios mío" (Juan 20:28). Esta experiencia transformó su duda en una fe profunda e inquebrantable.

Evangelización y muerte

Tras la ascensión de Jesús al cielo, Santo Tomás se dedicó a predicar el Evangelio por todo el mundo. Se le atribuye la evangelización de Partia, Media, Persia, India y Etiopía.

Según la tradición, Santo Tomás murió martirizado en Mylapore, India, alrededor del año 72 d.C. Se cree que fue lanceado por sacerdotes hindúes mientras predicaba el cristianismo.

Santo Tomás Apóstol es venerado como un símbolo de la fe que supera la duda. Su historia nos recuerda que incluso en los momentos de mayor incertidumbre, la fe en Dios puede ser fortalecida a través de la búsqueda honesta de la verdad y la apertura a la evidencia.

Beata María Ana Mogás Fontcuberta: un ejemplo de caridad y fe

Beata María Ana Mogás Fontcuberta
Beata María Ana Mogás FontcubertaArchidiócesis de GranadaArchidiócesis de Granada

La Beata María Ana Mogás Fontcuberta, nacida en Corró d'Avall, Barcelona, en 1827, fue una religiosa española que dedicó su vida a la educación de niñas pobres y desamparadas, al cuidado de enfermos y a la atención de los más necesitados. Su incansable labor caritativa y su profunda fe la convirtieron en un referente de entrega y amor al prójimo.

Infancia y juventud

Nacida en el seno de una familia profundamente cristiana, María Ana se vio huérfana a temprana edad. A pesar de las dificultades, recibió una sólida formación religiosa y moral que marcaría su camino de vida.

Llamado a la vida religiosa

A los 23 años, María Ana sintió la llamada a la vida religiosa. Ingresó en la Tercera Orden Franciscana, donde se dedicó a la oración, al estudio y al servicio de los más pobres.

Fundación de las Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor

En 1859, junto a otras compañeras, fundó la Congregación de Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor. Impulsadas por su fe y su espíritu caritativo, las religiosas se dedicaron a la educación de niñas pobres, a la atención de enfermos en hospitales y a la asistencia a los más necesitados.

Llegada a Madrid y expansión de la obra

En 1865, la Beata María Ana y sus compañeras llegaron a Madrid, donde abrieron nuevas casas y ampliaron su labor apostólica. Enfrentando diversas dificultades y desafíos, nunca se rindieron en su misión de servir a los más necesitados.

Muerte y legado

Fallecida en Fuencarral en 1886, la Beata María Ana Mogás Fontcuberta dejó un legado de amor, entrega y fe. Su obra continúa viva en la actualidad, con las Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor presentes en diversas partes del mundo, llevando el mensaje de esperanza y caridad a los más necesitados.

Beatificación:

En 1996, el Papa Juan Pablo II la beatificó, reconociendo su heroica virtud y su ejemplar vida consagrada al servicio de los demás.

La Beata María Ana Mogás Fontcuberta es un ejemplo inspirador de cómo la fe y la caridad pueden transformar vidas y construir un mundo más justo y compasivo.