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Ludopatía

Ludopatía una vieja adicción, una nueva amenaza

En la última década con la regulación del juego por internet, se ha experimentado un cambio de perfil entre las personas con adicción al juego

Todo esto hace que aparezca la necesidad de adoptar medidas para evitar la adicción de personas adultas y jóvenes, especialmente de los menores
Todo esto hace que aparezca la necesidad de adoptar medidas para evitar la adicción de personas adultas y jóvenes, especialmente de los menoresJESUS G. FERIAJesús G. Feria

El juego de azar es un suculento negocio que está en alza y en el que los españoles se juegan anualmente el 2,5% del PIB tan solo de forma presencial. A esto hay que añadir los réditos vinculados a internet.

La ludopatía aunque sea una vieja adicción se ha convertido en una nueva amenaza, especialmente para los jóvenes. Desde la sociedad civil, asociaciones de pacientes y familiares y desde las autoridades sanitarias se está alertando de la vinculación epidemiológica del aumento de la adicción con el auge de las casas de apuestas, unos establecimientos que eligen ubicarse en zonas con un nivel socioeconómico modesto y cerca de los centros educativos, también con el auge del juego online, ambos de fácil acceso para los jóvenes, incluso menores.

En la última década con la regulación del juego por internet se ha experimentado un cambio de perfil entre las personas con ludopatía, apareciendo cada vez en personas más jóvenes. El resultado es que hay registros que nos dicen que el 20% de los jóvenes presentan una adicción al juego de azar. Y que nos alertan de que en los últimos 5 años la adicción en los jóvenes se ha incrementado un 50%.

Esto es debido al aumento en general del juego de apuesta, la publicidad agresiva con figuras conocidas y referentes sociales y deportivos entre los jóvenes y a la normalización del juego como una forma más de ocio. El juego y los locales de apuestas han entrado en la cultura de socialización de los jóvenes, formando parte de la idea de comunidad.

Todo esto hace que aparezca la necesidad de adoptar medidas para evitar la adicción de personas adultas y jóvenes, especialmente de los menores, y fijar mejor los límites tanto del juego como de su publicidad. Se podría decir que además sería de utilidad llevar a la educación primaria y secundaria programas de uso correcto de tecnologías digitales y dotar de más recursos a las unidades de conductas adictivas. Pero creo que también es necesario que estemos atentos a nuestro entorno personal para poder detectar conductas adictivas a tiempo. El juego arruina y destroza la vida de las personas que padecen la adicción y de sus familias.