Ministerio de Sanidad
Sanidad reabre una guerra entre especialidades médicas
Internistas y médicos de familia se echan encima del Ministerio por su anuncio de crear la especialidad de emergencias y la de enfermedades infecciosas
El Ministerio de Sanidad está a punto de reabrir una nueva guerra médica por razones, en principio, ajenas al Covid-19. El pasado miércoles, en la sesión del control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, anunció su intención de reactivar la elaboración del decreto de formación sanitaria especializada que preparaba su departamento y que tuvo que paralizarse por el estallido de la pandemia.
Según dijo, espera que esta nueva norma pueda estar lista en el último trimestre del año para su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Según anunció, el objetivo es reconocer las especialidades de Urgencias y Emergencias y de Enfermedades Infecciosas, que en la actualidad no lo son. Se trata de una vieja reivindicación de los médicos que trabajan en ellas.
El decreto regulará la formación común de las distintas especialidades, las áreas de capacitación específica y el procedimiento para crear nuevas especialidades. Como era de esperar, la decisión no ha sentado bien a algunas especialidades ya existentes, contrarias a la creación de otras nuevas.
En un comunicado, cuatro sociedades científicas, tres de atención primaria y otra de atención especializado, han expuesto su rechazo a la medida. Se trata de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc), la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI).
En él manifiestan que “los médicos de familia e internistas, junto con otras especialidades médicas, han atendido a una inmensa mayoría de los pacientes con Covid-10 en nuestro país, dando una respuesta asistencial ejemplar y eficiente. Durante la crisis sanitaria del coronavirus se ha demostrado la importancia de contar con médicos especialistas polivalentes y la importancia del trabajo en equipos profesionales multidisciplinarios, centrados en las necesidades del paciente. Este modelo de atención integradora y transversal será cada vez más necesario para dar respuesta a los desafíos actuales del sistema sanitario como las pandemias de cronicidad y de pluripatología”.
En el manifiesto añaden que “estamos a favor del reconomiento profesional y la ordenación docente de nuevas áreas del conocimiento médico a través de la creación de subespecialidades médicas o áreas de capacitación específicas, siguiendo el modelo formativo de la mayoría de los países de nuestro entorno. Entendemos que la creación de nuevas especialidades como la de urgencias y emergencias -u otras como la de enfermedades infecciosas- supondrá más fragmentación del sistema sanitario y una mayor rigidez de su estructura organizativa y funcional que dificultarán la respuesta de nuestro sistema a las futuras crisis sanitarias”.
Finalmente, añaden que “no existe un criterio científico que sustente la necesidad de la creación de estas nuevas especialidades y no existe, en absoluto, un consenso en la comunidad médica y científica sobre este respecto. Por ello entendemos que existe una falta de justificación científica que motive la decisión de crear estas especialidades”: El anuncio de la creación de especialidades ha sido festejado por las sociedades científicas que representan a los médicos que resultarán beneficiados, pero en ellas no ha sentado nada bien el comunicado conjunto realizador por sus opositores.
Juan Jorge González Armengol, presidente de la Sociedad Española de Urgencias y Emergencias (SEMES), asegura en un tuit: “A ver, tenores, Lo que habéis hecho es un insulto grave al esfuerzo, al sacrificio y la sufrimiento horrible de los profesionales de urgencias y emergencias en esta pandemia, especialmente a aquellos de los nuestros que ya no están o que lo están padeciendo aún. No tenéis ética”. En otro, subraya que “respecto a los carta de los cuatro tenores. A tres de ellos os aconsejo que reforcéis a aquellos equipos que quieren ir más allá de llamar por teléfono, que ven a sus pacientes y no ponen barreras. Y dejad de tolerar por razones corporativas que millones de personas sigan encerradas”.
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