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Covid-19

Coronasueños, cómo lidiar con las pesadillas de la pandemia

Cifras sobre el número diario de fallecidos, sobre nuevos casos, sobre contagios por actitudes poco prudentes en la desescalada, conversaciones monotemáticas con amigos y familia... Hay que reconocer que nos vamos a dormir con demasiada tragedia en la cabeza. Y, claro, tenemos pesadillas recurrentes, y de temática compartida.

Preocupación, temor, ira, confrotación, frustración y una larga lista de emociones negativas son muy habituales en el contexto actual. Ha aumentado el riesgo de padecer trastornos mentales como ansiedad generalizada y/o depresión. Estamos más cansados que nunca, pero no dormimos bien: el insominio y los trastornos de sueño se han disparado. En este particular “efecto dominó”, aparecen las pesadillas, como un mecanismo de nuestro subconciente para “limpiar” de algún modo nuestra mente.

Una de las formas de lidiar con el trauma es la disociación, algo que requiere mucha energía y produce mucho desgaste. Esa es una de las causas por las que dormimos mal y, es ese sueño ligero y de poca calidad, el que hace que recordemos lo que soñamos. Además, hay mucha ira y frustración aflorando a la superficie, y esos sentimientos primarios, que son muy profundos y potentes, están muy conectados con el sistema límbico. Es como si hubiera una tormenta, y todos estuviéramos experimentándola al mismo tiempo, en la realidad y en los sueños”. Así lo explica el psicoanalista “junguiano” Robert Bosnak, autor del libro The Spooky Dreams Café,que analiza la conexión global de sueños que se está produciendo en la crisis del Covid-19 y trata de ofrecer ayuda sobre como aprovecharlo en positivo.

Los duros duelos por la pérdida de seres queridos, el miedo al contagio, los problemas reales relacionados con la pérdida del trabajo y la crisis económica, el cambio de rutinas, la irregularidad en los horarios de sueño o la adaptación a vivir en “escenarios” más limitados, son otros de los factores que influyen en la aparición de estas molestas ensoñaciones.

Insomnio y sistema inmune

Una de las mayores expertas de EE.UU. en tratar problemas de insomnio, la doctora Lisa Medalie, del Hospital Universitario de Chicago, separa los sueños en dos categorías: las pesadillas y los sueños “vívidos”, aquellos que se viven como reales. “Durante la pandemia, las personas están experimentando ansiedad elevada, desesperación emocional, síntomas depresivos... Y los sueños son un reflejo de nuestras vidas conscientes. Eso hace que la intensidad de los sueños sea más robusta”, explica. “Estamos viendo muchos pacientes que nunca antes habían padecido insomnio, y también un recrudecimiento del cuadro clínico en el caso de los que ya lo sufrían. No es solo un tema de descanso, va más allá, ya que el insomnio crónico puede puede dañar el sistema inmunológico, cambiar el carácter de la persona y disminuir su productividad y su capacidad de manejar su vida”, advierte.

Con el objetivo de llegar a gran parte de los afectados, Medalie ha desarrollado una aplicación gratuita, llamada Doctor Lullaby, en la que comparte rutinas y consejos que ofrece en su día a día profesional, con vídeos sobre cómo respirar, qué hacer antes de ir a dormir y qué melodías escuchar para facilitar el sueño.

Catástrofes, muertes y ladrones “sin mascarilla”

Es en USA específicamente donde están analizando en tema de los “coronasueños” con mayor interés y precisión. Una investigadora de la Universidad de Harvard, la profesora Deirdre Leigh Barret, ha puesto en marcha una encuesta virtual anónima para consultar de un modo concreto por los detalles de estas pesadillas recurrentes. Sin tener aún datos de resultados concretos, parece que algunas de las temáticas más comunes y angustiosas son tsunamis y catástrofes naturales que acaban con la población mundial, ladrones armados y “sin mascarilla” que entran en casa a robar (en las que el pánico no se debe al robo en sí, sino a la desprotección ante el contagio, seres queridos que fallecen de manera súbita a causa del Covid-19, entre otras.

Otros son positivos, como los relacionados con viajar a lugares lejanos, vivir con plenitud situaciones que ahora tenemos restringidas o disfrutar de esa “antigua normalidad” como si nada hubiera pasado. Parece que la teoría freudiana de que los sueños son, entre otras cosas, una proyección de nuestros deseos, cobra en estos momentos más sentido que nunca.