Tratamiento

La terapia hiperbárica, olvidada en la Seguridad Social

El médico José Fabregat explica que ha de ser recetada por un doctor especialista en esta disciplina

Imagen de la cámara hiperbárica del Hospital General de Castellón, con capacidad para 16 personas
Imagen de la cámara hiperbárica del Hospital General de Castellón, con capacidad para 16 personaslarazon

A pesar de llevar décadas implantada en España, lo cierto es que la mayoría de ciudadanos desconoce que la medicina hiperbárica la cubre el Sistema Nacional de Salud para determinados tratamientos que varían según las comunidades autónomas. «Necesita de un empujón en España. Su uso es minoritario en comparación con países como Suecia, Estados Unidos, Reino Unido, Israel o Rusia», explica José Fabregat, neurocirujano, médico especialista en Medicina Hiperbárica y gerente del Hospital Fraternidad-Muprespa Habana, en Madrid. Fabregat hace hincapié en que su uso como tratamiento requiere de receta médica.

Pero, ¿en qué consiste? “La oxigenoterapia hiperbárica es una disciplina médica que consiste en la administración de oxígeno medicinal 100% respirado a una presión no menor de dos atmósferas y una duración mínima, por sesión, de 60 minutos», precisa.

José Fabregat, neurocirujano, médico especialista en Medicina Hiperbárica y gerente del Hospital Fraternidad-Muprespa Habana, en Madrid
José Fabregat, neurocirujano, médico especialista en Medicina Hiperbárica y gerente del Hospital Fraternidad-Muprespa Habana, en MadridCedida

«Cuando respiramos el oxígeno se une a la hemoglobina, pero hay muy poca cantidad disuelta en el plasma. Con las cámaras hiperbáricas puede llegar a multiplicarse hasta por 20 la cantidad de oxígeno libre disuelto en plasma que llega a los tejidos. Y al aumentar los niveles de oxígeno, reduce los edemas, las toxinas, actúa en el sistema inmunológico, es un potente antiinflamatorio», precisa el especialista que es director de Cátedra en la Universidad Católica San Antonio de Murcia.

«Según la Conferencia de Consenso Europea, su uso está indicado para patologías musculoesqueléticas como lesiones de ligamentos, tendones, fracturas que no terminan de curarse, así como para ayudar a recuperarse antes de una cirugía. Otro campo es el neurológico. Aquí entra desde dolor crónico, miembro fantasma, dolor regional complejo, puede ser útil frente a la fibromialgia según recoge un informe del Ministerio de Sanidad de 2017. También puede ser en el campo oncológico frente a secuelas de las radioterapia como quemaduras en la piel por ejemplo. Esta técnica permite también aliviar problemas circulatorios, úlceras, lesiones del pie diabético que no curan porque este tratamiento es un potente regenerador de los tejidos». A todas ellas hay que sumar una de las primeras indicaciones para las que se recomendó esta técnica: los accidentes de buceo.

Tratamiento

En España hay cámaras hiperbáricas desde los años 60, «pese a que día de hoy esta disciplina sigue siendo una desconocida», afirma Fabregat, que recuerda que la primera instalación se puso en Barcelona ya en 1963. También tiene contraindicaciones, «como el embarazo, personas epilépticas y pacientes con neumotórax sin tratar», explica. Pero una vez que el médico te lo recomienda, ¿en qué consiste el tratamiento? «Los pacientes están en la cámara hiperbárica vestidos solo con ropa de algodón 100%. No pueden llevar nada metálico, ni ropa de lycra, nada que pueda generar una chispa porque es oxígeno 100%. Estará en la cámara una hora o una hora y 15 minutos. El número de sesiones depende de la patología y del paciente. En general, frente a una parálisis facial se recetarán cinco sesiones, mientras que para un traumatismo 15 o 20 en un mes. Lo idóneo es hacerlas seguidas, una al día a ser posible y un máximo de dos sesiones en 24 horas, separadas entre sí por entre ocho y 10 horas», detalla Fabregat.

En cuanto a si hay diferencia entre las cámaras hiperbáricas monoplaza y las multiplaza, el médico explica que para el paciente no, ya que lo único que cambia es que en las multiplaza necesitará máscara de oxígeno. En cuanto al tema técnico, «mientras en las monoplaza comprimes con oxígeno, en las multiplaza no se puede hacer, por lo que se comprime con aire hasta alcanzar el nivel de presión de dos atmósferas», añade.

Una aliada frente al coronavirus

La medicina hiperbárica puede jugar un papel activo para evitar que los pacientes Covid acaben en la UCI, ya que, según Fabregat, ayuda a mejorar las consecuencias respiratorias y el estado general del paciente «La probamos en ocho pacientes Covid. Los tratamientos se llevaron a cabo en el hospital HLA Moncloa de Madrid. Y ninguno de ellos requirió UCI». No es el único que lo afirma. En las clínicas Corner aseveran que «no sólo regula el sistema inmune, sino que es una terapia complementaria beneficiosa en pacientes con síntomas persistentes tras ser dados de alta por la Covid-19, ya que tiene un potente efecto antiinflamatorio y regenerador sobre el sistema muscular óseo y neurológico».