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Oftalmología

Cirugía de alta resolución para operar cataratas y presbicia de una sola vez

El empleo de lentes intraoculares de última generación permite corregir cualquier tipo de defecto refractivo

El empleo de lentes intraoculares de última generación permite corregir cualquier tipo de defecto refractivo Miguel Angel MolinaEFE

Entrar en un quirófano suele ser un trance poco agradable en la mayoría de los casos, más aún ahora, cuando la pandemia de la Covid-19 marca los tiempos y los estrictos protocolos. Por eso, aprovechar una misma intervención para solucionar varios problemas resulta un éxito prácticamente de partida. Y eso es lo que propone el hospital Quirónsalud Marbella gracias a una avanzada técnica de cirugía de alta resolución que permite eliminar las cataratas a la vez que corrige otros problemas visuales en la misma sesión quirúrgica. «Gracias al tipo de lentes empleadas en esta intervención podemos subsanar todo tipo de defecto refractivo. Además de cataratas, abordamos casos de miopía, hipermetropía, astigmatismo o presbicia», explica el doctor Nabil Ragaei Kamel, jefe de Servicio de Oftalmología del hospital marbellí y del Hospital Quirónsalud San José de Madrid.

En la actualidad, mediante esta técnica se puede corregir prácticamente cualquier defecto refractivo o incluso la combinación de varios a la vez: «Es posible solucionar los defectos refractivos básicos como la miopía o la hipermetropía pero, también, la corrección del astigmatismo que puede acompañar a dichos problemas visuales. Igualmente se puede corregir la presbicia que acompaña la miopía, hipermetropía e incluso el astigmatismo también simultáneamente, a través de lentes intraoculares trifocales, multifocales, bifocales, lentes de foco extendido y lentes tóricas», detalla el doctor Ragaei Kamel.

Mínimamente invasivo

La clave está en las herramientas empleadas: «El procedimiento consiste en la extracción de la catarata mediante una técnica mínimamente invasiva que sólo requiere de la aplicación de una anestesia tópica (solamente unas gotas de anestésico resulta suficiente). A continuación realizamos una incisión de dos milímetros autosellada que no necesita sutura. Primero se emulsifica y absorbe la catarata y posteriormente se implanta una lente intraocular que lleva la graduación exacta del paciente para corregir los defectos refractivos que deseamos tratar», detalla el especialista, quien asegura que «la cirugía de la catarata simple es claramente una técnica muy extendida, pero lo que diferencia el procedimiento en este caso es la tecnología punta y la sofisticación de las lentes intraoculares que se implantan para corregir los defectos refractivos combinados en la misma cirugía. Ello hace que su aplicación sea limitada, sólo reducida a aquellos centros de excelencia que tienen profesionales formados adecuadamente y con experiencia suficiente para la selección del paciente y la realización de la intervención de la forma más precisa. De hecho, igualmente resulta necesaria una tecnología adecuada para la realización del estudio preoperatorio que nos permite personalizar y adecuar el tipo de lente intraocular más óptimo para cada paciente».

En este sentido, tal y como explica el jefe de Servicio de Oftalmología del hospital Quirónsalud Marbella, «las lentes trifocales permiten diseñar la cirugía a las particularidades de cada paciente. «Lo novedoso de esta lente es que nos permite trabajar en la visión de distancias intermedias, ofreciendo solución también a las deficiencias visuales derivadas del uso del ordenador o del tiempo prolongado de conducción».

Estas intervenciones aportan muchas ventajas. Por un lado, «el oftalmólogo trabaja con mayor precisión y, por otra parte, para el paciente supone un notable ahorro de tiempo ya que evita tener que ser intervenido más de una vez. En este sentido, la calidad ofrecida al afectado tras la cirugía es importantísima, ya que acude a operarse de cataratas al mismo tiempo que se corrige su visión de lejos y de cerca con lo que ya no necesitará gafas tras la cirugía», detalla el doctor Ragaei Kamel. Y no sólo eso, ya que tal y como recuerda el experto, «el uso de anestesia tópica evita los riesgos que puedan derivarse de una anestesia general o local (inyección detrás del globo ocular). Además, el escaso tiempo que requiere se traduce en menos agresividad quirúrgica, lo que conlleva a un postoperatorio con menor inflamación y una recuperación más rápida. La realización de una incisión de tamaño mínimo y sin necesidad de sutura significa menor astigmatismo postoperatorio y mejor resultado visual. Y, por último, la gran ventaja es la corrección simultánea de los defectos de refracción en la misma cirugía lo que permite al paciente alcanzar una excelente agudeza visual sin necesidad de la corrección óptica lo que se traduce en mejor calidad de vida y mayor independencia».

Perfil del paciente

El 36% de la población sufre cataratas a partir de los 50 años, pero esta cifra se eleva hasta el 49% en la franja de edad comprendida entre los 60 y 70 años y a un 70% en personas mayores de esa edad. Aunque su mayor índice se concentra en la población de edad avanzada, los expertos advierten de un fuerte incremento de casos en jóvenes derivado del abuso de las nuevas tecnologías.

La catarata es la pérdida de transparencia y endurecimiento del cristalino, que es una lente intraocular ubicada detrás de la pupila cuya función es enfocar los rayos de luz de forma nítida en la retina. La cirugía se realiza a través de un pequeño corte en la córnea que rompe la catarata mediante ultrasonido y se absorben los trozos por irrigación o aspiración. Una vez limpia la cápsula, se implanta en ésta la lente intraocular, lo que implica un posoperatorio rápido y la incorporación a la vida cotidiana prácticamente inmediata.

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