Día Nacional del Celiaco

La pandemia ha retrasado el diagnóstico de la celiaquía

El estrés provocado por la Covid-19 puede empeorar los síntomas en personas celiacas

Uno de los grandes problemas que tienen los celíacos es la contaminación cruzada, esto es, alimentos que, en principio no tienen gluten pero que se contaminan con otros que sí lo tienen, al ser cocinados.
Uno de los grandes problemas que tienen los celíacos es la contaminación cruzada, esto es, alimentos que, en principio no tienen gluten pero que se contaminan con otros que sí lo tienen, al ser cocinados.PIXABAY

La actual crisis sanitaria no ha sido un buen escenario para ninguna enfermedad, tampoco para la celiaquía, que hoy conmemora el Día Nacional del Celiaco. A pesar de que se ha demostrado científicamente que esta patología no aumenta el riesgo de contagio por SARS-CoV-2 y que tampoco implica mayor gravedad cuando se desarrolla la Covid-19, lo cierto es que «la pandemia sí ha retrasado el diagnóstico de la enfermedad celiaca durante muchos meses, pues durante 2020 recibimos a muchos menos afectados», reconoce Roberto Espina, director de la Asociación de Celíacos y Sensibles al Gluten, quien lo achaca «a que el diagnóstico requiere una endoscopia, y este procedimiento se mantuvo solo para casos de urgencia, supuesto en el que no ha entrado la enfermedad celiaca, por lo que se ha retrasado mucho la confirmación de esta patología en un gran número de afectados».

Esa demora no resulta baladí, teniendo en cuenta que «se trata de una patología muy prevalente que ya afecta a más del uno por ciento de la población española», insiste Espina, quien hace hincapié en que, además, «sabemos que está infradiagnosticada, pues se estima que dos de cada tres personas con celiaquía no saben que la padecen, lo que dificulta muchísimo su tratamiento». De hecho, «cuanto más se tarda en diagnosticar esta enfermedad y, por tanto, más se retrasa el tratamiento, mayor es la probabilidad de presentar malnutrición u otras complicaciones», advierte la doctora Cristina Carretero, miembro del Departamento de Digestivo y la Unidad de Endoscopia de la Clínica Universidad de Navarra.

Y la pandemia tampoco ha ayudado a controlar la enfermedad, ya que, tal y como reconoce Espina, «la ansiedad y el estrés provocados por la difícil situación sanitaria han podido empeorar en algunos casos esta patología, pues sabemos que al ser autoinmune, en ocasiones se relaciona con ansiedad o depresión, algo que afecta aún más a aquellos individuos que todavía no están diagnosticados y que, por tanto, no siguen una dieta adecuada que corrija sus molestias. Sin embargo, en personas con la enfermedad controlada, la pandemia no ha tenido graves repercusiones, ya que el confinamiento y la reducción de las interacciones sociales les ha permitido controlar más su alimentación y, por tanto, mejorar sus síntomas».

Parte de la culpa de este infradiagnóstico es la falta de conocimiento y esa información también es posible encontrarla a través del farmacéutico, ya que la Asociación de Celíacos y Sensibles al Gluten y el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM) han lanzado la campaña «Abordaje de la Enfermedad Celíaca desde la farmacia», con el objetivo de favorecer el diagnóstico temprano de la enfermedad y ayudar en su seguimiento, «ya que es un grave error dejar de tomar gluten por decisión propia, sin tener un diagnóstico confirmado, pues eso puede complicar el resultado de futuras pruebas», asegura Juan Ignacio Serrano, responsable de Investigación y Formación de la Asociación de Celíacos y Sensibles al Gluten Madrid.

¿Cómo saber si soy celiaco?

Los síntomas de la celiaquía dependen de la deficiente absorción de los nutrientes que contiene la dieta y pueden ser tan variados «como diarrea, cefaleas, cansancio, falta de energía, anemia que no mejora, gases, estreñimiento, hinchazón...», describe Espina, quien recomienda «ponerse en manos de un especialista para iniciar una dieta sin gluten bajo supervisión y controlar la enfermedad lo antes posible».