El nuevo modelo tiene un láser de posicionamiento que optimiza la colocación de sus brazos según la intervención | Imagen cedida

El robot ‘Da Vinci’ evoluciona para abordar patologías más complejas

Visión 3D aumentada, eliminación del temblor, libertad de movimiento y cirugía multicuadrante son algunas de las ventajas de este sistema

La Fundación Jimenez Díaz de Madrid acaba de dar un paso más en su clara apuesta por desarrollar un bloque quirúrgico a la vanguardia: ha iniciado su Programa de Cirugía Robótica con el recién estrenado sistema Xi Da Vinci. Éste supone la última evolución de la cirugía mínimamente invasiva para el abordaje de patologías complejas. Desde su lanzamiento en 1999, el número de intervenciones realizadas con este robot ha ido incrementando hasta superar, en 2018, el millón de operaciones en todo el mundo y las 5.6000 en España. Su diseño, formado por tres componentes –la consola quirúrgica, el carro del paciente y la torre de visión–, permite al cirujano operar manipulando la máquina a distancia, lo que transforma el movimiento de sus manos en impulsos que, al instante, son desarrollados por los brazos robóticos.

«Cuenta con un elevado potencial para convertirse en un elemento esencial a la hora de tratar procesos complejos, pues permite un mayor grado de libertad en los movimientos, una gran precisión y una visualización muy buena en el campo quirúrgico», explica el jefe del departamento de Cirugía Torácica de la Fundación Jiménez Díaz, Ignacio Muguruza. «Todo esto facilita la realización de cirugías robóticas de forma más ágil y precisa, lo que significa que un mayor volumen de procedimientos podrán ser realizados mediante esta técnica, haciéndola más accesible a más pacientes», continúa Muguruza. En concreto, el robot Da Vinci facilita una visión 3D aumentada hasta diez veces que aseguran la claridad y precisión de los detalles anatómicos, elimina el temblor fisiológico y los movimientos involuntarios del cirujano, tiene cuatro brazos robóticos que permiten al especialista controlar autónomamente hasta tres instrumentos y una óptica, y utiliza pinzas con tamaños de ocho milímetros, dando libertad de movimiento en siete ejes y una rotación de 360 grados.

Asimismo, el nuevo modelo del robot tiene un láser de posicionamiento que optimiza la colocación de los brazos robóticos según la intervención seleccionada. También permite efectuar intervenciones más complejas sobre órganos ubicados en cuadrantes diferentes, sin modificar la posición del autómata y del paciente. Además, está integrado con el sistema FireFly, un filtro de luz que permite visualizar en tiempo real imágenes de alta resolución del flujo vascular y microvascular de los tejidos. «Para el cirujano esto supone una mejora sustancial en la ergonomía quirúrgica, reduciendo la fatiga y las lesiones derivadas de posturas forzadas y mantenidas en el quirófano», mantiene el médico adjunto del Servicio de Urología de la Fundación Jiménez Díaz, Ramiro Cabello. Su compatibilidad con otras tecnologías presentes en los quirófanos de todo el mundo y la posibilidad que ofrece de utilizar la tecnología Single Site (un único acceso, a través del ombligo, que optimiza la estética) son otras de las ventajas de este nuevo sistema que también permite conectar una segunda consola para que dos cirujanos puedan realizar juntos la cirugía, aumentando así la eficiencia en la formación, reduciendo la curva de aprendizaje y permitiendo la asistencia quirúrgica; así como facilitar la formación a través de un simulador virtual.

Esta tecnología, susceptible de aplicar y beneficiar a numerosas especialidades quirúrgicas, ha comenzado a emplearse ya en la Fundación Jiménez Díaz en dos intervenciones urológicas y una tercera de cirugía torácica, resultando en todos los casos exitosas, con una favorable evolución y recuperación de los pacientes intervenidos, que fueron dados de alta tras estancias hospitalarias muy cortas. «Lo que se está consiguiendo es minimizar el trauma quirúrgico y reducir el sangrado, el dolor postoperatorio y la convalecencia. El paciente podrá volver a realizar su vida normal», añade Cabello. En las dos especialidades serán varias las patologías más beneficiadas e intervenidas con este sistema, como el cáncer de próstata, el carcinoma renal y vesical y los prolapsos pélvicos –en el caso de la Urología– y los tumores de mediastino anterior y posterior, las timectomías en casos de miastenia gravis y las resecciones pulmonares en pacientes con cáncer de pulmón y otras patologías –en el de la Cirugía Torácica–. Además, a los ámbitos de los doctores Cabello y Muguruza en el uso del nuevo Da Vinci están previstos sumarse la cirugía colorrectal, la ginecológica y otras especialidades.