Estudio

Hallan el gen que define el éxito de la diálisis peritoneal

Tener un determinado genotipo se asocia con un mayor riesgo de mortalidad

Infografía
InfografíaTania Nieto

La diálisis peritoneal (DP) es una de las técnicas que se emplean para sustituir la función de filtración de los riñones de las personas con enfermedad renal crónica cuando estos órganos no funcionan. Consiste en realizar la depuración de la sangre y desechos del cuerpo a través de la membrana del peritoneo y puede realizarse en el propio domicilio del paciente. Su eficiencia depende de la ultrafiltración, que es la capacidad de eliminar el exceso de agua para restaurar el estado normal de fluidos del cuerpo, así como para aclarar las sustancias de desecho.

Pues bien, nefrólogos españoles han participado en una investigación internacional que identifica nuevas evidencias referentes al transporte y eliminación del agua en la DP y avanza en un mayor conocimiento de la técnica. Los resultados, que se han publicado en la revista «New England Journal of Medicine», ha localizado un gen que codifica los canales de agua, observándose que aquellos pacientes con un determinado genotipo tienen una peor capacidad de eliminar agua durante la diálisis peritoneal, lo que se asocia con un mayor riesgo de mortalidad y de que esta técnica falle, derivándose posteriormente a hemodiálisis.

Entre los pacientes que inician este tratamiento existe una amplia variabilidad en el transporte y filtración de agua y solutos a través la membrana peritoneal, lo que influye en las prescripciones y los resultados de la diálisis, llegando a producir el fallo y abandono de la técnica, y un importante aumento del riesgo de mortalidad.

Por eso, el trabajo se centró en estudiar las variantes de la acuaporina-1 (AQP1), el gen que codifica el canal de agua para su transporte y filtración a través de la membrana peritoneal. Para ello, se analizaron 1.851 pacientes tratados con DP en siete cohortes distintas para determinar si las variantes de la AQP1 estaban asociadas con la ultrafiltración del peritoneo y con un riesgo de combinación de mortalidad y fallo de la técnica. De hecho, el estudio referenció que, tras un seguimiento medio de 944 días a 898 pacientes, el 15% falleció y el 31% fue transferido a hemodiálisis.

Genotipo TT, un 70% más de riesgo de muerte o fallo

Entre los principales resultados, la investigación demostró que los portadores del genotipo TT tenían un nivel de ultrafiltración neto medio más bajo que los portadores del genotipo CC, y que presentaban un mayor riesgo de mortalidad o fallo de la técnica de DP, así como un mayor riesgo de muerte por cualquier causa.

En concreto, los pacientes con genotipo TT tienen un 70% más de riesgo de combinación de muerte o fallo de la técnica de DP que aquellos con el genotipo CC, con un riesgo significativamente mayor también de fallecimiento por otras causas. No obstante, el estudio señaló que el genotipo TT solo afecta al 14% de los pacientes renales sometidos a diálisis peritoneal.

«Se ha descubierto que los riesgos de mortalidad y fallo del tratamiento pueden aminorarse si se usa una solución de diálisis con un agente osmótico coloide, a través de un polímero de glucosa, que ya se usa a través de los servicios de Nefrología de los hospitales españoles», señala María Auxiliadora Bajo, del Servicio de Nefrología del Hospital Universitario La Paz de Madrid, quien ha liderado la investigación en nuestro país.

«Estos hallazgos subrayan la importancia de las diferencias por el genotipo en el transporte y eliminación del agua como un factor crítico en la adecuación y buenos resultados de la DP como tratamiento renal sustitutivo y, en conjunto, confirman la influencia de los factores genéticos en la eficacia de esta técnica, proporcionando una gran perspectiva para avanzar hacia una medicina de precisión y más personalizada en el tratamiento de diálisis», añade. «De este modo, tenemos más claro cómo actuar ante aquellos pacientes que presenten dificultades para eliminar el agua durante el proceso de la diálisis peritoneal, e incluso en el futuro, poder prevenir esos problemas gracias a estudios genéticos de los pacientes renales», concluye la nefróloga española.