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¿Cómo es el cuidado de la piel en la persona polimedicada?
Quienes toman ansiolíticos, antidepresivos o hipnóticos tiene un mayor riesgo de lesiones cutáneas
El objetivo de la medicación es mejorar los procesos patológicos, apostando por la calidad de vida de las personas. El uso de fármacos requiere un control por parte de los profesionales sanitarios en lo que se refiere a la adherencia a los tratamientos, los efectos secundarios que puedan derivarse de su consumo y aquellos efectos adversos relacionados con su uso.
1. ¿Qué es la polimedicación?
Es una situación bastante habitual en las personas de edad avanzada y que presentan patologías crónicas y no hay que olvidar que los fármacos tienen efectos en diferentes órganos del cuerpo y actúan, inhibiendo, potenciando, limitando o estimulando diferentes funciones de nuestro organismo.
2. ¿Existe algún efecto de los fármacos sobre la piel?
No se puede afirmar que tienen un efecto directo sobre la piel, a no ser que sean de aplicación tópica como los corticoides, pero sí que pueden inducir a situaciones de debilidad cutánea o incrementar su fragilidad, como se ha demostrado en diferentes estudios. En los últimos años hay un término relativo a la piel envejecida, que se define como «dermatoporosis», que hace que ésta pierda esa función barrera tan esencial que nos protege de las agresiones físicas, químicas y bacterianas que provienen del exterior.
3. ¿Cuáles son los signos de la dermatoporosis?
Hay tres claves: una es la púrpura senil, que se presenta como pequeños hematomas dispersos, que se localizan principalmente en piernas y brazos. Otro es la presencia de cicatrices estelares, pequeñas cicatrices de aspecto blanquecino, secundarias a lesiones cutáneas, en las que hay una alteración del colágeno y la elastina. Y, por último, está la presencia de una piel fina y traslúcida con una elevada fragilidad y una baja resistencia a la tracción.
4. ¿Qué fármacos pueden tener mayor impacto?
No hay una relación directa entre las lesiones de piel y los fármacos, pero sí que sabemos que pacientes que toman ansiolíticos, hipnóticos, antidepresivos, relajantes musculares, diuréticos, etc., presentan un mayor riesgo de lesiones cutáneas por las limitaciones en la movilidad y el riesgo de caídas y traumatismos.
5. ¿Qué recomendaciones dais como enfermeros para que lleven un buen cuidado de la piel?
El papel de la enfermera en estos casos es un rol «centinela», que requiere una actitud proactiva en la seguridad del paciente, evitando efectos no deseados y minimizando los riesgos de las intervenciones sanitarias aplicando las últimas evidencias en el cuidado de la piel. En cuanto a las recomendaciones de su cuidado, es necesario restituir el manto dermolipídico mediante la aplicación de cremas que contengan ácidos grasos esenciales y ceramidas. En el caso de zonas expuestas a presión, las evidencias nos indican que la aplicación de ácidos grasos hiperoxigenados es una medida efectiva para prevenir y revertir lesiones por presión de categoría I, junto a otras medidas adicionales. Y en relación al cuidado de las zonas expuestas a humedad por incontinencia, las evidencias indican que aplicar productos con efecto barrera a base de copolímeros acrílicos son una buena alternativa al igual que las cremas que contienen óxido de zinc.
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