XX aniversario

La protonterapia se consolida después de dos años y medio

El centro del Grupo Quirónsalud especializado en esta tecnología ya ha tratado a más de 300 pacientes con cáncer

Un paciente en la sala para recibir una terapia de protones
Un paciente en la sala para recibir una terapia de protonesLUIS DOMINGO

«La Oncología es seguramente una de las especialidades médicas que más innovaciones terapéuticas acumula en los últimos años. No obstante, sigue siendo la tercera patología que mayor número de fallecimientos provoca, solo por detrás de las enfermedades cardiovasculares y las infecciosas. De ahí la necesidad de contar con los más avanzados tratamientos», tal y como explica el doctor Alejandro Mazal, director de Física Médica del Centro de Protonterapia Quirónsalud, ubicado en Pozuelo de Alarcón, en la Comunidad de Madrid

Uno de esos tratamientos innovadores es la terapia con protones, que en algunos tipos de cánceres ha demostrado ser más eficaz frente a la radioterapia de fotones gracias a la gran precisión que se alcanza mediante los haces de protones, lo que disminuye de forma drástica los efectos secundarios tardíos. Es decir, su exactitud sobre el tejido a irradiar.

Mejorar aún más la precisión de la protonterapia con el fin de hacerla si cabe más efectiva contra diferentes tipos de cáncer es el objetivo que se ha marcado el equipo del Centro de Protonterapia de Quirónsalud, el primero de estas características en España.

Fueron precisamente en estas instalaciones en las que el 26 de diciembre del año 2019 se trató al primer paciente en España con esta terapia de protones.

Desde entonces, «en los dos años y medio de actividad de nuestro centro, y teniendo en cuenta que han coincidido en gran parte con la Covid-19, el balance no puede ser más positivo. Hemos administrado tratamiento a más de 300 pacientes», explica el doctor Raúl Matute, jefe de Oncología Radioterápica del Centro de Protonterapia Quirónsalud.

Todo un hito, al que hay que sumar que este centro es desde hace unos meses pionero a nivel mundial en integrar un sistema que mejora la precisión de sus tratamientos: se trata de la tecnología SDX, desarrollada por DYN’R Medical Systems, al acelerador de protones IBA Proteus One. Esta combinación es particularmente efectiva a la hora de optimizar el tratamiento de determinados tipos de cáncer, como los de pulmón, mama e hígado, al utilizar una monitorización respiratoria por espirometría.

«La irradiación más precisa que se obtiene con la combinación de protonterapia y el control respiratorio permite realizar tratamientos de tumores móviles sobre todo, aunque no de forma exclusiva, en la zona mediastínica –la parte del tórax que está entre el esternón y la columna vertebral, y entre los pulmones– con un mayor grado de control en la administración de las dosis e incrementando la seguridad del tratamiento para el paciente», precisa el doctor Juan Antonio Vera, físico médico del citado centro sanitario.

Una tecnología precisa, pero compleja, que necesita una preparación, y es que este tipo de tratamientos se debe realizar con un entrenamiento del paciente para adquirir una imagen de planificación en 4D que permita correlacionar el ciclo respiratorio del paciente con la posición del tumor en dicho estudio de imagen. En definitiva, una tecnología que, al ser más precisa, aporta mayor seguridad al paciente, sin perder un ápice de eficacia.

Instalaciones del Centro de Protonterapia Quirónsalud
Instalaciones del Centro de Protonterapia QuirónsaludLUIS DOMINGO

Dada su complejidad, la experiencia del personal de este centro resulta crucial: «El equipo humano del centro está formado por profesionales con una experiencia consolidada en el manejo de la protonterapia, ya que muchos de ellos han trabajado durante muchos años en otros centros europeos que ya utilizaban esta técnica», recuerda el doctor Mazal.

Algo que explica la confianza depositada en ellos por los pacientes y especialmente por los padres de los más pequeños. Y es que la protonterapia es un tipo de radioterapia externa que está especialmente indicada en muchos tumores diagnosticados en la edad pediátrica, ya que en estos pacientes los tejidos sanos que están alrededor del tumor están aún en desarrollo y son más sensibles a la irradiación.

Gracias a los haces de protones, es posible concentrar la dosis de irradiación en el volumen tumoral a tratar y reducir la dosis en los tejidos sanos alrededor y en todos los órganos del cuerpo, así como también el riesgo de desarrollar posibles toxicidades, como déficits neurocognitivos, visuales, auditivos u hormonales en el manejo de los tumores cerebrales pediátricos.