Belleza
Ojeras grises, moradas, rojas, azules o marrones: cuál es su causa y cómo eliminarlas
Analizamos los falsos mitos y realidades de remedios caseros como el pepino, manzanilla o cucharas frías y los consejos más efectivos para acabar con estas antiestéticas manchas
La estética es muy importante para todos y uno de los mayores problemas a los que nos enfrentamos es a la aparición de las antiestéticas ojeras, esas manchas o bolsas que aparecen debajo de los ojos por diversos motivos. Los ojos son nuestra carta de presentación en cualquier lado porque la mirada dice mucho sobre nosotros y las ojeras dan sensación de tristeza, cansancio y nos hace parecer mayores. Por ello, son muchas las personas que todavía hacen caso a los remedios caseros que no tienen bases científica, como el uso de rodajas pepino, bolsas de manzanilla o la aplicación de cucharas frías. Ninguna es efectiva, como mucho puede lograr una mejora momentánea.
¿Qué provoca las ojeras?
Las ojeras se producen cuando los vasos sanguíneos que se encuentran bajo los ojos no reciben la cantidad de oxígeno e hidratación que necesitan por lo que la sangre fluye más lentamente y se oscurece. La lógica diría que esto debería provocar manchas por todo el cuerpo. La explicación es que aparecen debajo de los ojos porque en esa parte la piel es muy fina, no contiene tejido graso y deja ver los vasos sanguíneos. ¿Y por qué no recibe suficiente oxígeno y líquidos? Los motivos son numerosos, desde la falta de sueño y descanso a la genética del individuo o a la falta de hierro. Pero también por malos hábitos como fumar, los cambios hormonales (embarazo, menstruación), las alergias y los eczemas. De ello dependerá en parte el color de la ojera, que puede ir desde el color azul, al rojo, pasando por el marrón, morado o gris.
Las ojeras oscuras, grises, suelen estar provocadas por la falta de sueño, estrés, ansiedad, una mala alimentación, una alergia o incluso pueden ser hereditarias. Para reducirlas, es recomendable dormir entre 7 y 8 horas diarias y, a ser posible, hacerlo boca arriba para favorecer la circulación de la sangre. El ejercicio y una dieta equilibrada no sólo ayudará a que las ojeras desaparezcan sino que hará mejorar nuestro estado físico y nuestra salud.
Las ojeras moradas suelen ser las más persistentes porque en la mayoría de las ocasiones tienen origen genético. Es decir, que son hereditarias. Suelen ser más habituales en personas con la piel oscura y para evitar que resalten es mejor evitar la sobreexposición al sol. Además, existes cosméticos con alto contenido en retinol y vitamina C que ayudan a blanquear la piel.
Las ojeras rojas o violetas suelen ir asociadas al envejecimiento de la piel. Los vasos sanguíneos son más visibles al hacerse más delgada la piel, sobre todo en las personas con la piel clara. Para ello existen una serie de correctores en crema que son muy nutritivos y dan uniformidad a la piel, reduciendo la aparición de manchas.
Las ojeras azules son las más habituales porque son consecuencia de la falta de sueño, ansiedad, estrés o una mala alimentación. Y por ello, las más fáciles de combatir, al menos en teoría. Un mayor descanso, una mejor alimentación y el ejercicio físico tienen la clave pero también forman parte de los propósitos que nos hacemos cada año y que no siempre conseguimos. Esta es una razón más para llevarlo a cabo. Nuestra salud y nuestra imagen lo agradecerán. También se puede ayudar con una crema antioxidante para mejorar la circulación de la sangre y aliviar la congestión de la zona.
Las ojeras marrones son las más ligadas al paso del tiempo y están relacionadas con el desgaste de la piel. Son más visibles en las personas con la piel clara. No se pueden corregir pero sí disimular con correctores o bases de maquillaje con colágeno, que devolverla la elasticidad perdida por la piel por el paso del tiempo.
Remedios naturales para las ojeras, ¿son efectivos?
Los remedios “naturales” más efectivos contra las ojeras son una dieta saludable, dormir lo suficiente (7-8 horas), mantener una buena hidratación (2 litros de agua diarios), no fumar, no beber alcohol y no tomar productos con cafeína.
Más allá de esto, hay otros remedios que pueden ayudar a disimularlas, aunque muchos de ellos no están avalados por la ciencia:
Protección solar. La radiación UV del sol es la responsable de la aparición de ojeras en muchos casos. Para evitarlo, basta con aplicar todos los días sobre la zona un poco de crema protectora. Da igual que el día no sea totalmente soleado o esté nublado, en verano o en invierno. En caso de permanecer mucho tiempo al aire libre, aplicar cada dos horas.
Infusiones de manzanilla. Uno de los remedios caseros más populares y que no tiene base científica es el uso de manzanilla para las ojeras. Directamente en la bolsa o con el líquido en un algodón. sus defensores recomiendan colocarla durante unos 15 minutos en los ojos porque tiene efectos antiinflamatorios. Muy importante, hacerlo cuando esté fría porque puede provocar daños importantes en la zona, al ser una de las más sensibles del cuerpo. De todas formas, el efecto no dejaría de ser temporal. Algo similar ocurre con las bolsitas de té negro, reducen la hinchazón y tiene propiedades antioxidantes. Mismo procedimiento, dejar enfriar las bolsas y colocar durante al menos 10 minutos.
Una mujer en bata con unas rodajas de pepino en los ojos y la cara blanca de una crema. ¿Les suena? Este mito ha sido llevado al cine en numerosas ocasiones pero tiene más efecto comerlo que poniéndolo en la cara. Solo si está muy frío hará que los vasos se contraigan y desaparezca algo la inflamación, pero podría pasar lo mismo con un calabacín o una berenjena. En cambio, su alto contenido en vitamina E, aceites esenciales y agua, lo hacen ideal para incluirlo en la dieta.
Una alternativa al pepino podrían ser las cucharas frías. Sacarla del congelador y aplicar durante un minuto la parte convexa en la piel de debajo del ojo durante un minuto ayuda a bajar la inflamación. Remedio rápido que puede tener efectos temporales para salir del paso, pero poco efectivo a medio plazo.
En la misma línea están los antifaces fríos, unas máscaras para los ojos que llevan un líquido que debe congelarse y aplicarse durante unos minutos. El efecto frío potencia la reducción de la inflamación, el mismo que se lograría si se opta por usar compresas húmedas o bolsas de congelado, menos sofisticadas pero con el mismo efecto.
Los parches antiojeras se han popularizado mucho y ya es habitual ver cómo en determinadas peluquerías lo ofrecen gratis a sus clientas mientras se tiñen o peinan. Se trata de unas tiras de silicona o algodón con forma de plátano, de lágrima o de ola que se colocan en la zona durante unos 20 o 25 minutos y reduce la inflamación de los ojos.
El aceite de almendras es es rico en vitaminas A, B y E, por lo que aplicar unas gotas al rededor del ojo antes de dormir, puede ayudar a hidratar la zona y a mejorar algo las ojeras.
El contorno de ojos hidrata y tonifica la piel, por lo que debe formar parte de la rutina diaria. Si se guarda en la nevera, el efecto será mayor.
Los remedios caseros más efectivos tienen más que ver con hábitos que con productos antiojeras. Así, es fundamental desmaquillarse bien antes de acostarse para evitar que los cosméticos dañen la fina piel de las ojeras. También hay que evitar frotarse los ojos porque una de las causas de las ojeras son las alergias y si nos frotamos podemos dañar la piel y provocar la aparición de ojeras.
Y finalmente, uno de los consejos más complicados de llevar a cabo, descanso del uso de pantallas. En una vida en la que la tecnología está tan presente, es recomendable por la salud visual, cansancio, salud mental y también por las ojeras descansar de las pantallas, porque congestiona los vasos sanguíneos y los inflama, por lo que lo ideal sería descansar cada media hora. Y si después de todos estos consejos, cambios en el estilo de vida y uso de cremas no logramos acabar con las ojeras, sólo queda recurrir a los tratamientos estéticos.
El ácido hialurónico rellena e hidrata la zona de la ojera, por lo que la cuenca será menos visible y con ello también los vasos sanguíneos. Se aplica con pequeñas infiltraciones por debajo de la piel y su efecto suele durar entre 12 y 18 meses. Es un tratamiento poco invasivo pero puede provocar cierta inflamación o un hematoma durante los primeros días.
El láser vascular cauteriza los vasos sanguíneos visibles y en dos sesiones puede acabar con la ojera. Para mejorar el resultado puede combinarse con la infiltración de ácido hialurónico. Otro tipo de láser es el despigmentante, que hace desaparecer el color oscuro de la piel en unas seis sesiones (una cada 15 días).
Los peelings eliminan las capas más superficiales de la piel, dejándola más luminosa y elástica. El único problema de este tratamiento es que hay que estar unas semanas sin recibir la luz del sol directa en la zona para evitar la aparición de manchas.
Otra opción es el drenaje linfático, que mediante masajes logra eliminar la retención de líquidos en la zona inferior de los ojos.
Para que la zona no sea tan fina, se puede infiltrar grasa propia para engordar la zona y evitar que se transparenten los vasos sanguíneos. En el otro extremo está la blefaroplastia, que elimina el exceso de de grasa de la zona o la redistribuye por zonas más hundidas.
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