Día Mundial del Cáncer de Pulmón
Amairani, paciente oncológica: "Nadie está exento del cáncer de pulmón, pero conocer los síntomas puede ayudarnos"
Este lunes se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Pulmón: además del apoyo a quien lo padece, se reivindica la importancia de escuchar al cuerpo y no dar por sentado que una enfermedad así solo afecta a personas mayores o fumadoras
Este lunes 17 de noviembre es el Día Mundial del Cáncer de Pulmón, una jornada que sirve para conmemorar a quien se enfrenta al tercer tipo de cáncer más diagnosticado en España, después del de colon y el de mama; pero también para concienciar de una enfermedad a menudo asociada únicamente al tabaquismo. Sin embargo, hay muchos pronósticos que nada tienen que ver con el perfil de paciente con hábito de fumar durante años. Tampoco el de Amairani, a quien con 27 años le detectaron un cáncer de pulmón que desbarató por completo esa percepción de que existen pacientes “tipo”. Su testimonio, compartido en TikTok, recuerda que la enfermedad no entiende de edades ni estilos de vida.
Cáncer de pulmón: una enfermedad frecuente, compleja y aún estigmatizada
El cáncer de pulmón sigue siendo uno de los tumores con mayor impacto sanitario. Según las estimaciones más recientes de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), en 2025 se diagnosticarán más de 32.000 nuevos casos en España. Aunque el tabaquismo continúa siendo el principal factor de riesgo, la realidad es más heterogénea: entre un 15% y un 20% de los diagnósticos se producen en personas que nunca han fumado.
El estigma del fumador, aun comprensible, porque entre el 80% y el 90% de los casos están vinculados al tabaco, provoca que se minimicen otros factores como las mutaciones genéticas, la contaminación, la exposición laboral o el simple azar biológico. Ese prejuicio también genera falsos sentimientos de inmunidad en población joven, que tiende a pensar que la enfermedad no va con ellos.
Diagnósticos cada vez más tempranos… y en personas más jóvenes
La edad media de diagnóstico continúa situándose entre los 65 y 70 años, pero los oncólogos señalan un aumento lento pero constante de casos en menores de 45. Se observa sobre todo en mujeres no fumadoras, y suele estar asociado a alteraciones genéticas concretas.
El testimonio de Amairani encaja en este patrón. Ella misma lo expresaba con claridad: “Para quienes me conocen yo no fumo, no tomo, trato de llevar una vida saludable. Sin embargo, el cáncer que en mí se dio fue por una alteración genética”. Su caso ilustra una realidad que los profesionales llevan años subrayando: la genética también juega un papel determinante en la aparición de tumores pulmonares en jóvenes.
Los síntomas: demasiado fáciles de confundir
El principal obstáculo para mejorar el pronóstico es el diagnóstico precoz. El cáncer de pulmón sigue sin contar con programas de cribado universal, y sus síntomas iniciales se solapan con procesos respiratorios banales, lo que retrasa las consultas. Entre los síntomas más comunes se encuentran:
- Tos persistente.
- Ronquera o cambios en la voz.
- Falta de aire.
- Dolor torácico.
- Fatiga prolongada.
- Sangre en el esputo.
Amairani comenzó con lo que parecía una molestia pasajera: “Tenía una tos muy persistente… me daban jarabe para la tos y se me controlaba, pero me lo terminaba el tratamiento y otra vez volvía”. El síntoma decisivo fue la aparición de sangre en las flemas. Esa señal permitió a su neumóloga ampliar las pruebas y localizar una lesión pulmonar que requería una batería de estudios.
Su relato subraya por qué los especialistas insisten en no normalizar síntomas prolongados: “Apareció una mancha”, explicaba al mostrar su radiografía, una imagen que inició un proceso diagnóstico que reveló, además, la presencia de nódulos en otras zonas.
La medicina de precisión ha cambiado profundamente el abordaje del cáncer de pulmón avanzado. Las mutaciones específicas permiten identificar tratamientos dirigidos que actúan únicamente sobre las células tumorales, mejorando notablemente la supervivencia.
En el caso de Amairani, los análisis genéticos permitieron plantear un enfoque terapéutico distinto: “Ahora se puede tratar por quimioterapia, pero no como la que normalmente conocemos, sino por medio de pastillas… voy a tener que estar tomando pastillas durante toda mi vida”. Este tipo de terapias orales, cada vez más habituales en tumores con mutaciones identificadas, han transformado el pronóstico de pacientes jóvenes no fumadores.
Diagnosticar a una persona joven no solo implica abordar el tumor, sino también reorganizar su vida. Amairani lo expresa sin dramatismo, pero con honestidad: “Yo nunca había pisado un médico, yo ni siquiera sabía cómo sacar una incapacidad… no sabía cómo utilizar un seguro de gastos médicos”. Aun así, su mensaje final es firme, sereno y esperanzador: “Yo estoy bien, estoy tranquila, estoy feliz y estoy muy confiada en que Dios va a hacer muchos milagros conmigo”. También explica por qué decidió contar su historia: “Si en algo puedo apoyarles… aquí estoy presta para hacerlo”.
En este Día Mundial del Cáncer de Pulmón, su voz recuerda algo esencial: escuchar los síntomas, derribar prejuicios y promover diagnósticos precoces puede marcar la diferencia, especialmente entre quienes, como ella, jamás imaginaron estar en riesgo.