¿Qué hace que un alimento sea considerado un "superalimento"?

Este término surgió por primera vez a mediados del siglo XX en Estados Unidos como una estrategia de marketing para vender más plátanos. Se utilizó el término “superfood” para dar a entender que los plátanos son una excelente fuente de nutrición, son fáciles de digerir y son -además- asequibles. Sin embargo, lo que comenzó como una simple estrategia de marketing se convirtió, gracias a su uso frecuente por parte de los medios de comunicación, en un término muy extendido en nuestro día a día. Pero, ¿Qué son realmente los superalimentos?

¿Qué son los superalimentos?

Es importante tener en cuenta que la palabra "superalimento" carece de un uso médico específico, por lo que no existe una definición o unos criterios científicamente aceptados que lo definan. No obstante, se suele denominar "superalimento" a aquellos alimentos que poseen propiedades nutricionales y antioxidantes especialmente beneficiosas para la salud y que pueden ayudar a prevenir diversas enfermedades, como la diabetes o las enfermedades cardiovasculares.

11 superalimentos que debemos incluir en nuestra dieta

1. Quinoa: Este superalimento no solo es una excelente fuente de proteínas vegetales, sino que también es una alternativa sin gluten para aquellos que buscan variedad en su dieta. Además de las proteínas, la quinoa también es rica en vitaminas del grupo B, que son esenciales para un sistema nervioso saludable.

2. Té verde: El té verde es rico en antioxidantes y se ha demostrado que tiene una gran cantidad de beneficios para la salud, desde reducir el riesgo de enfermedades cardíacas hasta mejorar la función cerebral.

3. Soja: La soja es un superalimento que a menudo se pasa por alto, pero es una excelente fuente de proteínas. También es rica en fibra y vitaminas del grupo B, lo que la convierte en una opción saludable para aquellos que buscan reducir su consumo de carne.

4. Arándanos: Estas pequeñas frutas son ricas en antioxidantes, que ayudan a proteger nuestro cuerpo contra el daño celular. También son una buena fuente de vitamina C, que es esencial para un sistema inmunológico saludable.

5. Nueces: Las nueces son ricas en grasas saludables, proteínas y fibra. También contienen una gran cantidad de vitaminas y minerales esenciales para nuestra salud.

6. Brócoli: El brócoli es una excelente fuente de vitamina C, fibra y otros nutrientes esenciales. También contiene compuestos vegetales que se ha demostrado que tienen propiedades anticancerígenas.

7. Espinacas: Las espinacas son ricas en hierro, calcio y vitaminas A y C. También son una buena fuente de antioxidantes, que ayudan a proteger nuestro cuerpo contra el daño celular.

8. Cúrcuma: Este superalimento tiene una sustancia activa llamada curcumina, que es conocida por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. La cúrcuma es muy versátil en la cocina, y se puede usar para dar sabor a una gran variedad de platos.

9. Jengibre: El jengibre es otro superalimento que tiene una gran cantidad de beneficios para la salud. Además de ser un tónico digestivo natural, también se ha demostrado que reduce las náuseas y actúa como un antibiótico natural. El jengibre también es delicioso en una taza de té.

10. Salmón: El salmón es una excelente fuente de proteínas y grasas saludables. También contiene una gran cantidad de vitamina D, que es esencial para la salud de nuestros huesos.

Los superalimentos no son suficiente

Es fundamental tener en cuenta que los superalimentos no son la solución mágica para combatir enfermedades, aunque ofrecen algunos beneficios para la salud. Por ello, es importante considerarlos como un complemento y no como la solución completa. Antes de prestarles atención, debemos preocuparnos por seguir una dieta equilibrada y variada que incluya una gran cantidad de frutas y verduras.

También es crucial priorizar alimentos no procesados o poco procesados, como legumbres, cereales integrales, frutos secos y semillas, que proporcionan nutrientes esenciales y mejoran la salud en general. Asimismo, debemos incorporar actividad física en nuestra rutina diaria, hidratarnos adecuadamente y dormir lo suficiente para mantener el cuerpo en equilibrio.

En resumen, adoptando un enfoque integral para la salud y nutrición, podemos lograr una vida más saludable y satisfactoria. Un profesional de la salud es la mejor fuente de asesoramiento para alcanzar nuestros objetivos. Por lo tanto, es importante consultar a nutricionistas para recibir información y consejos personalizados sobre cómo mejorar nuestra dieta y salud.