Crece la maternidad tardía

Un informe del INE sobre nacimientos pone de manifiesto que en Madrid y Barcelona lo que más crece es la maternidad tardía. El número de madres con bebés con más de 50 años supera entre un 20 y 30% la cifra del año anterior, aunque son las madres con edades entre 30 y 39 años las que más niños traen al mundo. Cifras interesantes que remarcan la crisis demográfica que padecemos, con un 10% de caída respecto a 2019. Con el agravante de que ni la población fértil ni la tasa de fecundidad aseguran más natalidad a medio plazo, lo que deja el crecimiento de nuestra población prácticamente en manos de la inmigración.

Tendencias LGTB al margen, una de las explicaciones a esta situación viene dada por el escaso apoyo que se presta a la natalidad en nuestro país. Con Franco, por ejemplo, tenían muchas más ventajas las familias numerosas. Hoy se dan ayudas para gays, transexuales, monoparentales, etcétera, pero para las familias numerosas no hay casi nada.

Tener hijos en Alemania o Francia está alentado con ventajas fiscales, bonos sociales y ayudas directas. No se diferencia entre quienes ganan mucho o poco, sino por la cantidad de hijos que se tienen. A la vista del avance de la cultura de género, el estado norteamericano de Texas planteó recientemente una legislación para ayudar a las familias numerosas y fomentar la natalidad. Se trata, en concreto, del proyecto denominado «Casarse, permanecer casados y multiplicarse», que propone exenciones o bonificaciones fiscales por permanecer casados, por tener dos hijos o por 10 hijos o más. El objetivo resulta bien simple: promover familias estables y alentar a la fecundidad. Pero en España una iniciativa como esa sería tildada de ultraderechista.