Entrevista

Cristina Gutiérrez: «En el Dakar me lavo los dientes cuando como. Pero eso yo, no todos»

"Me llevo aguacate y aceite de oliva. Jamón no porque está prohibido meterlo en Arabia Saudí", afirma Cristina Gutiérrez, piloto, primera mujer española y segunda del mundo en ganar el Rally Dakar y odontóloga

Cristina Gutiérrez
Cristina GutiérrezCEDIDALA RAZÓN

Es la primera mujer española en lograr un triunfo en el Rally Dakar y la segunda en el mundo después de que lo consiguiera Jutta Kleinschmidt. Dicen de ella que es inteligente, trabajadora, unas habilidades que utiliza cada vez que se sube a un coche. Prueba de ello es que Cristina Gutiérrez, reconocida esta semana durante la II edición de los Premios Somos Fanes de la Salud y el Bienestar, simultaneó hasta 2014 su carrera como piloto con los estudios de Odontología y solo ha colgado su bata blanca en 2024 tras su fichaje por Dacia.

En septiembre tiene el Rally de Portugal y en octubre el de Marruecos antes del Dakar 2026. ¿Cuál es la diferencia en cuanto a la preparación?

Son terrenos totalmente diferentes, pero lo importante es estar encima del coche el mayor número de kilómetros que puedas hacer porque te mantiene activo. El de Marruecos es el más importante de toda la temporada porque es el último del año y el terreno es una copia a lo que nos encontraremos en Arabia Saudí y te da la idea de cómo vas a estar en el Dakar.

Tras nueve Dakar, ¿qué es lo más duro de esta carrera?

La sensación de no controlar la situación en ningún momento. Es una carrera tan larga y tan dura que en cualquier momento puede pasar algo. Hay que tener capacidad de improvisación, pensar en frío y no darte por vencida si hay una avería. Es un juego mental.

¿Qué es más importante cuidar cuerpo o mente para enfrentarse a esta carrera?

Ambos porque el Dakar te pone al límite físico y mental. Son muchos kilómetros, unos 700 al día durante 14 días, y no vas por carretera. Es desierto, mucho calor, zona de piedras que ni imaginas y un traqueteo que va pesando. Por eso físicamente has de estar muy preparado. Y mentalmente, no darte por vencido y luchar hasta el final.

El talento no entiende de sexos. Habrá niñas que se estén planteando dedicarse al mundo del motor y se preguntarán cómo pasar etapas de hasta 48 horas si a una le viene la regla. ¿Qué truco usa?

Este año y el pasado implementaron dos días de 48 horas y unos 1.000 km al día. Si todo va bien estamos sin parar unas 6 horas y hay que lidiar con este tipo de situaciones. Ellos se quejan de que o se aguantan el pis o se ponen pañal, que es lo más usado, y con la regla como somos pocas nadie te dice qué hacer. Imagino que unas tomarán pastillas anticonceptivas para controlarlo mejor. En mi caso cuando viene y me adapto. Pero estás más cansada y más hinchada. Y toca hacerle frente. Otro tema complicado durante el Dakar es la alimentación porque el campamento tiene su propio proveedor. Hay que adaptarse. Yo todo el año cuido mucho mi alimentación. Allí no comes lo que te gustaría ni lo que te recomendarían. Estás casi un mes y acabas cansado de la alimentación. Pero llevamos, por suerte, cuando empecé no, una cámper para descansar y yo me llevo cuatro cosas que me gustan, excepto jamón que está prohibido meter Arabia Saudí. Me llevo aguacates para desayunar, la comida te la saltas y para la cena siempre hay pasta. También me llevo crema de almendras que me gusta mucho, aceite de oliva y atún para echarle a la pasta.

Su lesión más dura, ¿la que tuvo en Kazajistán?

Sí, en el año 2021. Fue en una prueba de mundial. Me rompí tres vértebras.

¿Lo más difícil fue recuperarse física o mentalmente?

Ambas cosas. Nunca me había hecho una lesión y me pilló en un momento muy bueno. Y piensas que te vas a recuperar, pero hay momentos que te entran dudas sobre si seré capaz de estar al mismo nivel y te vienes a bajo. De ahí lo importante que es rodearse muy bien, con amigos y familiares.

Aprovechando que es odontóloga, ¿cómo se cuida los dientes en el Dakar?

Por suerte cuando como, dos veces al día. Pero no puedo decir lo mismo de otros compañeros a los que se lo tengo que recordar.