Negligencia médica

Cuando descubres que tu hijo nacido por in vitro no es biológico: cómo evitar errores en la reproducción asistida

La mayoría de centros especializados en fecundación in vitro y transferencia embrionaria cuentan con tecnología puntera para evitar errores insalvables como los que han saltado a los medios esta semana

Padre bebé reproducción asistida
¿Y si tu hijo nacido por fecundación in vitro no es biológico?Freepik

Los casos de presunta negligencia médica en procedimientos de reproducción asistida están en la palestra. Hace tan solo unos días, una pareja de Cádiz descubrió tras realizar una prueba de paternidad que su niño, nacido tras un proceso de fecundación in vitro en el Hospital Universitario Puerta del Mar de Cádiz en 2021, no es realmente el hijo biológico de su padre, sino de un donante anónimo. Sí lo sería de su madre, pero el equipo médico habría cometido un error el escoger el esperma que le implantaron. Es por ello que ahora han presentado una demanda al Servicio Andaluz de Salud para reclamar una indemnización económica y exigir una investigación por si su caso, que atribuyen a una "grave negligencia médica", no es el único.

Además, también ha saltado a los medios el caso de un donante de esperma holandés, de 41 años, al que se le atribuyen al menos 550 hijos y que ha sido demandado por la Fundación Donorkind, que ha facilitado el encuentro de muchas de las familias afectadas. En un país donde el máximo de descendientes nacidos por cada hombre gracias a la reproducción asistida se establece en 25, esto supone un error sin precedentes que tiene serias implicaciones. La pregunta en ambas situaciones es doble: ¿por qué ha pasado? Y, ¿cómo es posible evitar estos errores en la reproducción asistida, que pueden resultar moralmente imperdonables?

"El caso aparecido en prensa sobre el donante de semen de Países Bajos hace referencia al problema que puede surgir si no existen controles adecuados para evitar que un mismo donante genere un exceso de embarazos y, por tanto, de descendientes genéticos", explica Alberto García, Director Médico de Next Fertility Madrid, una clínica que forma parte del grupo Next Clinics, uno de los mayores grupos de reproducción asistida y diagnósticos clínicos de Europa, contando ya con 20 clínicas y 8 laboratorios repartidos en 9 países.

García explica que "hoy en día, casi todas las legislaciones existentes en los distintos países regulan este número. El motivo de esa limitación es intentar minimizar la probabilidad de que una persona se pueda juntar con alguien genéticamente relacionado o que al menos esa probabilidad no supere la que ya existe de forma natural. El número de hijos nacidos vivos por donante es variable en los distintos países. Por ejemplo, en los Países Bajos es de 25, mientras que, en España, en cambio, es de 6", detalla.

En nuestro país, explica, tenemos un Registro Nacional de Donantes regulado por el Ministerio de Sanidad. Eso nos convierte en un entorno mucho más seguro, ya que este organismo "obliga a registrar, caso a caso, cada tratamiento en el que interviene un donante de semen o una donante de óvulos [ya sea por la Unidad de Reproducción Asistida de un hospital público o en una clínica privada]. Esto hace que, si un donante supera el número marcado por la Ley, las muestras de semen de dicho donante ya no puedan ser utilizables en ningún centro de España".

Alberto García explica que los profesionales de la medicina reproductiva "estamos convencidos de la importancia de este tipo de controles, y de la necesidad de ser rigurosos y precisos en la aplicación de la norma, para evitar que se den casos tan impactantes como el que ha salido a la luz estos días. En nuestro caso, en Next Fertility somos absolutamente escrupulosos en el cumplimiento de todos los estándares que tanto la ley como la literatura científica exige para que no se puedan dar casos parecidos a éste en ninguno de nuestros centros".

El caso de la pareja de Cádiz: ¿qué mecanismo falló en la reproducción asistida?

"Es cierto que una de las principales preocupaciones que tienen los pacientes cuando se someten a un tratamiento de reproducción asistida es la posibilidad de la confusión con sus muestras de semen, sus óvulos o sus embriones", revela del director médico, y añade: "Por ello, los laboratorios de reproducción asistida aplicamos protocolos muy estrictos para minimizar el riesgo de que algo así suceda, siendo una posibilidad muy remota.

En esa línea, en Next Fertility, han apostado por implantar un sistema adicional con el que la probabilidad de que ocurra un error es inexistente. Este mecanismo se denomina RI Witness. Se trata de una solución que "utiliza una tecnología de radiofrecuencia para etiquetar las muestras de cada paciente y lograr una trazabilidad fiable en cada etapa del proceso".

Son varias las clínicas de reproducción asistida utilizan esta tecnología punta. La radiofrecuencia se basa en la utilización de ondas de radio para identificar automáticamente objetos de cualquier tipo. En esencia, se utilizan dispositivos muy pequeños, del tamaño de la cabeza de un alfiler, que pueden colocarse en cualquier producto, desde latas de sopa a zapatos deportivos, animales o personas. En el caso de la reproducción asistida, se realiza mediante el uso de etiquetas con minúsculos microchips incrustados en todos los materiales utilizados, tales como placas de cultivo, tubos de ensayo con muestras biológicas, etcétera.

Estas etiquetas son previamente codificadas de acuerdo a las tarjetas de identidad asignadas a los pacientes. "A nuestros pacientes se les entrega una tarjeta codificada con sus datos, que será utilizada en receptores de radiofrecuencia situados en consultas, quirófano y laboratorio para garantizar que la identidad de los pacientes corresponde con las muestras utilizadas en cada etapa del proceso", explica García.

En el Instituto Bernabeu también cuentan con esta tecnología de vanguardia para identificar los gametos femeninos, masculinos y los embriones. "Las muestras derivadas de cada paciente llevan asignadas un microchip con un código de barras identificativo, por lo que todo el material queda identificado hasta el momento de la transferencia embrionaria y/o vitrificación", afirma el Jorge Ten, Director de la Unidad de Biología de la Reproducción del Instituto Bernabeu.

Además, explica que existen otros sistemas de seguridad que ya se aplican en clínicas, como el de doble chequeo. Este consiste en que siempre deben de estar dos profesionales realizando cada proceso crítico del ciclo. "Uno de ellos realizará el proceso de laboratorio y el otro lo supervisará para garantizar su trazabilidad. Desde la obtención de la muestra seminal con su etiquetado, su capacitación, la recuperación ovocitaria, inseminación, microinyección y transferencia, así como en todos los procesos de criopreservación (congelación y descongelación), el doble chequeo nos garantizará que no se comenten errores de identificación", asegura.